Se profundizó la pregunta que aturde en todos los ámbitos políticos y politizados. ¿Hay un estado de resignación popular frente al que parecen seguir de largo no sólo las acciones ejecutivas, sino también las lisas y llanas provocaciones del Gobierno? ¿O habrá un río subterráneo de bronca, imperceptible a simple vista, en condiciones de salir a superficie en cualquier momento?
Por si poco fuera, l