Nunca es fácil poner en palabras el horror que vive Palestina. Se corre el riesgo de banalizarlo. Aún a riesgo de hacerlo, el islandés Bragi Gudbrandsson, funcionario de Naciones Unidas, se atrevió a decir lo que sentía. Un día antes de la primavera declaró: “La indignante muerte de niños es casi única en la historia”. Pero son más gráficas que cualquier testimonio las imágenes de chicos mutilados, quemados vivos, al borde de la inanición o enterrados bajo sus casas y escuelas demolidas pestado de Israel en Gaza y Cisjordania