Al sureste de la provincia de Buenos Aires se encuentra Tres Arroyos, una localidad que empieza a ser el rostro de una época: la desaprobación a Javier Milei. En el municipio gobernado por Pablo Garate de Unión por la Patria, el rechazo al gobierno libertario está por encima del 50 por ciento, cuando en marzo el apoyo pisaba los 60 puntos. Por el contrario, la aprobación del intendente supera el 70. ¿Qué pasó en el medio?
“Creo que lo que pasó con Milei es que fue cambiando, porque asumió con mucha expectativa en los términos de quienes querían el cambio, porque el cambio es esperanza, con un primer tiempo donde la gente interpretó que había que hacer un esfuerzo y un sacrificio para estar mejor en el futuro, pero eso no se ve en el tiempo que transcurrió”, resume Garate a Buenos Aires/12.
El ex diputado provincial e integrante del Frente Renovador que conduce Sergio Massa, habla sobre la base estadística de una reciente encuesta publicada por Zubán-Córdoba. En ella se observa que en Tres Arroyos, durante agosto, el 50,7 por ciento de los 340 casos encuestados, desaprueba la gestión de Milei. Además, sólo el 37,6 por ciento afirmó que el gobierno del Presidente le da esperanza hacia el futuro.
Para Garate, las decisiones del Gobierno nacional que afectaron de manera transversal a la clase media, al trabajo, a la producción y, también, a una clase humilde “que acompañó a Milei con su voto en balotaje”, está teniendo sus consecuencias. “La gente de nuestros pueblos ve que hace un sacrificio enorme y no lo ve en otros sectores como, por ejemplo, que el vocero presidencial pasa a ser a ministro con aumento en su presupuesto”, compara.
Cuenta, a su vez, que las conversaciones en la calle se envuelven en frustraciones. “Vienen los comerciantes y te dicen que entraron dos personas a comprar en todo el día, o te para alguien en la calle y me dice ‘Pablo, yo estaba en la obra tal y ahora se frenó’ por el parate de la obra pública”, relata.
Garate hace alusión al retiro del Estado nacional y cómo pregona un mensaje donde se corre de la responsabilidad de brindar los servicios esenciales como educación, salud, seguridad o planificar el desarrollo productivo. “Se apropia de los recursos de los pueblos en general y de los pueblos del interior productivo, en particular, y todo eso que se envía a nivel nacional no lo vemos en casi nada, entonces el esfuerzo de los tresarroyenses ¿dónde está?”, se pregunta el intendente.
El apoyo al gobierno local
“Veo que los economistas hablan de número o porcentajes, pero cada uno de esos números es una jubilado, industria o comercio”, señala Garate, y hace hincapié en el freno a la reforma previsional de estos días. “Se habla de que baja la industria o con palabras difíciles para explicar el veto que celebran con un asado no permitiendo un aumento 19 mil pesos a cada jubilado”, subraya. “Le hablás de puntos del PBI a la gente que no puede pagar la luz”, resalta el jefe comunal.
En esta ecuación, Garate advierte que la sociedad local tiene otra mirada sobre el gobierno municipal. Luego de 28 años de vecinalismo ininterrumpido, el dirigente massista se impuso con casi el 35 por ciento de los votos en octubre del año pasado, 8 puntos por encima del segundo y dejando en tercer lugar al Movimiento Vecinal.
Mientras que el 44 por ciento de los tresarroyenses afirma que el país va en la dirección incorrecta, el 74 por ciento sostiene que el municipio transita el sendero adecuado. “Para mí hay una mirada contemplativa porque somos gobernantes nuevos, pero también nos dimos una impronta de cercanía y buscar las soluciones que podamos”, advierte Garate quien, al mismo tiempo, resalta que la Municipalidad es la “primera caja resonancia” de lo que sucede en la calle.
“Cuando un vecino no puede pagar la obra social va al hospital municipal de Tres Arroyos, y cuando los hijos no pueden comprar útiles escolares, van al municipio, porque cuando la gente ve que los de más arriba, los lejanos, los olvidan, ven en los cercanos una mano solidaria”, explica Garate. “A mí me dicen Pablo, que difícil la que te tocó, pero yo les digo que la difícil no es sólo a la municipalidad, lo difícil es para los vecinos”, apunta.
Señala que múltiples acciones reafirmaron la empatía con la sociedad local. El retorno de la guardia pediátrica, la compra de dos combis para facilitar el transporte escolar y en el área de salud, la licitación para contar con nuevas cámaras de seguridad, la compra de cinco patrulleros, la ampliación de las plantas de gas y las reparaciones a las instituciones que padecieron el temporal de diciembre, son algunas de las acciones que, según el intendente, ponen sobre la mesa la diferencia con el Gobierno nacional.
Estas medidas, desde su lectura, fueron torciendo los números en Tres Arroyos. En un estudio de la consultora Aresco del mes de marzo, la aprobación al gobierno de Milei estaba en un 57,8 por ciento y la de Garate en sólo un 46,5. Eso se revirtió.
El debate en la Provincia
La percepción de la gestión provincial también vive un aumento de su aceptación en Tres Arroyos. Mientas en marzo Aresco expuso que el 39,8 por ciento aprobaba la gestión de Axel Kicillof, en la última medición de Zubán-Córdoba creció al 42,2 por ciento.
“Axel hace un enorme esfuerzo para acompañar a los municipios, pero creo que la percepción de gente también va más allá de lo económico, va de la mano de una visión sobre la política”, analiza Garate. Considera que la sociedad espera que haya un futuro de esperanza y autocrítica por aquellos que no se haya hecho bien y “no sólo peleando con los discursos”.
“Como espacio político nos tenemos que dar un enorme debate sobre el trabajo, la relación con el sector agropecuario, en cómo generar un desarrollo rural y educación de calidad, porque, la verdad, es que hubo momento que administramos lo que había y eso fue un error”, indica Garate.
Tres Arroyos es uno de los principales productores de trigo y maíz de la provincia. Para el intendente, el peronismo padeció una transformación “conservadora”. “No desde lo ideológico, sino que no nos animamos a transformar algunas cosas”, resalta. “Hoy Axel es un dirigente nacional, y entonces la gente dice 'dennos esperanza, queremos votar para estar mejor', porque la gente siempre busca algo mejor y hay que tener en claro que la gente no se equivoca, los que se equivocan son los políticos que no generaron las condiciones para vivir mejor”, subraya el dirigente de UxP.
Garate reconoce que Milei fue votado legítimamente, al igual que Kicillof en la Provincia y él mismo en Tres Arroyos. “Con todas esas diferencias, tendríamos que igual ponernos de acuerdo en algo”, afirma. Pero resalta que el Presidente pregona mecanismos de la “vieja política”, por el recorte presupuestario que le aplica a la provincia de Buenos Aires. “No perjudica a un intendente que, a lo sumo, está cuatro años, lo que hace es perjudicar el futuro de los tresarroyenses”, sostiene.
Hacia adelante, advierte que el debate en la provincia de Buenos Aires tiene que ampliarse “de cara al interior provincial”. “Hoy se concentra en el conurbano, y no digo que esté bien o mal, solo digo no se da hacia el interior.” Dice que Kicillof muestra una clara cercanía con el interior bonaerense.