Maximiliano Pastrana, de 31 años de edad y oriundo de Tartagal, se encuentra desaparecido desde el 23 de marzo, han pasado 6 meses y nada se sabe de él. El joven estaba trabajando desde el 25 de febrero como casero en una finca en Bolivia, que pertenece a Roxana Castedo, la última vez que se lo vio estaba junto al hijo de esta mujer y otras personas.
De la noche a la mañana, Maximiliano desapareció de la finca de Roxana Castedo ubicada en la Comunidad Los Zotos, entre Yacuiba y Villa Montes, en el sur boliviano. Así lo relató la pareja del joven, Brenda Gorosito, quien lo acompañaba junto a su hija de dos años en la casa que debía cuidar. En el lugar también residía el hijo de la dueña, Ricardo Federico Castedo. Roxana Castedo integran el Clan Castedo, vinculado al narcotráfico y la misma Roxana ha sido investigada por estas actividades.
Gorosito le contó a la familia de Maximiliano que la última vez que lo vio fue alrededor de las 22 o 23, sentado al lado de Federico en el comedor, junto a Noelia Martínez alias "Pollo", propietaria de un bar en Yacuiba, quien había llegado ese día con otras personas. La pareja del joven dijo que más temprano habían tenido una discusión porque ella no quería que él siguiera en esa reunión, "ni menos tomando" bebidas alcohólicas.
Maximiliano había hablado alrededor de las 18 mediante videollamada con su padre, Jesús Pastrana, desde el teléfono de Federico Castedo porque el suyo se le había roto.
Ante la desaparición del joven, el padre hizo la denuncia en el Estado Plurinacional de Bolivia, en la División de Tráfico y Trata de Personas de la Policía, dependiente de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), en Yacuiba, donde el sargento primero Pablo Espíndola quedó a cargo de la investigación.
El fiscal asignado a la causa es Samuel Mamaní Romero, quien, según afirmó el padre, se negó a detener a las personas sospechadas de tener participación en la desaparición del joven. Jesús Pastrana contó a Salta/12 que ahora Espíndola le informó que este fiscal no seguirá en la causa.
"Supuestamente (al fiscal), se le habían vencido los plazos porque tiene 5 o 6 meses para hacer averiguaciones. No sé si se hace cargo otro fiscal o ya queda en la nada y mi hijo se perdió y no queda nada por hacer. El sargento me pide si me puedo acercar allá, para ver si puedo hacer una apelación para que abran la causa de vuelta", dijo el padre. También señaló que hasta el momento, de parte de las autoridades "no se hizo nada".
La vida está paralizada para nosotros
"La vida para nosotros está paralizada hace 6 meses mientras esa gente, que seguramente sabe qué paso con mi hijo, siguió su vida normal, a los tres días pusieron casero nuevo. Mi hijo se perdió de esa finca. Alguien tiene que dar respuesta", manifestó Jesús, desesperado y desolado al no saber el destino de su hijo.
Cuando habla con este diario es viernes por la tarde y Jesús espera viajar a Bolivia, va cada vez que puede en busca de una respuesta. Pero la crisis aprieta el bolsillo en Argentina, y se le hace también más difícil cruzar al país vecino porque son "muchos gastos". Una vez más insistirá: "voy a tratar de hacer una apelación para que esto no quede en la nada".
Jesús no tiene abogado o abogada porque no puede pagar ese servicio y además necesita a alguien que lo represente en Bolivia donde está radicada la causa. Pero, incluso requiere un profesional que esté dispuesto a "hacer frente" a los Castedo, temidos por sus vínculos con el narcotráfico.
En Argentina, aunque el papá golpeó todas las puertas que pudo, dijo que no obtuvo la ayuda ni la asistencia que necesita. Luego de que el caso se difundiera masivamente logró que el fiscal penal de Salvador Mazza, Armando Cazón, comenzara a asistirlo. Aunque consideró que este funcionario estaba avanzado ya que le mostró que estaba investigando, entre otras cosas, se puso en contacto con autoridades bolivianas y le había comentado algunas líneas de acción que pretendía seguir, eso se frustró después.
"En lo mejor que estábamos avanzando, a partir del 12 de julio intervino la fiscalía federal. Me pidieron que haga una denuncia. Después Cazón me dijo que tenía que apartarse del caso porque intervino la fiscalía federal. Volvimos a arrancar de nuevo, desde cero. No tuve nunca más ninguna novedad sobre mi hijo ni de ellos. Me llamaron dos veces nada más para pedir la declaración de mi nuera", expresó Jesús.
"Pastrana desapareció en Bolivia"
El fiscal federal Carlos Amad dijo a Salta/12 que no hay más novedades del caso. "Confirmamos que Pastrana desapareció en Bolivia. Nosotros hicimos algunas medidas pero como todo pasó allá no tenemos ni jurisdicción ni competencia, hablamos con un fiscal que nos colabora un poco pero no se puede reconstruir más de lo que hasta ahora tenemos", aseguró.
Amad informó que tomaron contacto con Jesús Pastrana para informarle que la causa estaba radicada en el fuero federal. "Dimos intervención a cooperación internacional atento a la investigación que se lleva adelante en Tarija, donde se investiga la desaparición de Pastrana. Oficiamos al fiscal de Tarija a través de cooperación internacional, nos envió un resumen de las medidas investigativas que se hicieron", detalló.
El fiscal dijo que se solicitó la colaboración de la Cancillería argentina ya enviaron a Pastrana los contactos de la Cancillería "para que formalice la petición de búsqueda". Añadió que también solicitaron una reunión con el fiscal del caso en Tarija, Mamaní Romero, pero hasta ahora no se concretó.
"Desde Cancillería nos informaron que la familia Pastrana no hizo ninguna presentación. La familia dice que síi la hizo, le pedimos constancias, no enviaron", aseguró el fiscal.
Señaló que está interviniendo personal de la División Trata de Personas de la Policía de la provincia. La fiscalía federal solicitó además autorización judicial para ver los impactos de las líneas telefónicas argentinas de las personas que estuvieron reunidas con Pastrana el día de su desaparición, todo esto está en trámite; también hizo requerimiento a las empresas prestatarias por estas líneas.
“Está pasando algo y nadie hace nada”
Jesús Pastrana enumeró irregularides en la causa que se tramita en Bolivia, también habló de "mentiras" que -considera- dijeron las últimas personas con las que estuvo su hijo la noche en que desapareció. Mencionó que Martínez, “dijo que eran dos personas pero eran 10" las que estuvieron en el lugar. Contó que cuando se abrieron los celulares, los investigadores le pidieron contraseña a esta mujer y ella "dijo que la desconocía"; contradictoriamente, cuando quisieron revisar la galería de imágenes, la mujer con su abogado se negaron, y esta vez adujo tener material íntimo y privado.
“Está pasando algo y nadie hace nada”, opinó Jesús. "El hijo de Roxana estaba ese día con él. Dijo que se durmió temprano, como a las 19. Pero la mujer de mi hijo, lo vio entre las 22 y 23 a mi hijo sentado con Federico Castedo a la par, rodeados de la gente con la que estaban compartiendo ahí", señaló. Federico Castedo entregó su celular roto.
Jesús dijo que los investigadores también pidieron el celular a los dos nuevos caseros, que son hermanos, y lo entregaron voluntariamente, pero “¿qué pueden saber ellos si no vivían, ahí no estaban?, cuestionó.
"Es una burla. Hicieron lo que quisieron", reprochó. Recordó que Roxana Castedo lo amenazó a él y a su nuera. "Un día de búsqueda la dejamos a mi nuera sola 5 minutos después de salir de Bolivia, le apareció Roxana Castedo con el esposo Oscar Navarro", memoró. La dueña de la finca les reprochó que por su denuncia se allanara su propiedad, y les advirtió que ahí "no lo van a encontrar", exclamando "si supieran donde está Maxi". "Entonces, si vos sabes, decinos", le manifestaron los familiares pero no lograron respuesta.
"El apellido"
Además de esto, Jesús contó que Roxana Castedo lo denunció, a raíz de un video en el que una periodista cuenta el caso de Maximiliano y la nombra. En ese contenido, él padare no aparece ni fue entrevistado. "Me denuncia porque dice que estaba perjudicando su apellido", explicó. Por instrucciones del fiscal Cazón, Jesús respondió denunciando a Castedo por “falsa denuncia".
"Si la justicia no hace nada, ¿qué puedo hacer yo solo?, corriendo riesgo, por el pronturario que tienen (los Castedo), se imagina. ¿Pero qué se le va a hacer?, es mi hijo y lo tengo que seguir buscando", manifestó el padre.
Además de ser hermana de los conocidos narcotraficantes Raúl Amadeo y Delfín Reynaldo Castedo, Roxana Castedo fue pareja de Mario Morfulis Herrera, uno de los mayores proveedores de cocaína.
Aún conmociona en el norte salteño el crimen de Liliana Ledesma, la campesina que se atrevió a denunciar a los Castedo y al entonces diputado provincial José Ernesto Aparicio y luego fue asesinada el 21 de septiembre de 2006.