La triquiñuela es tan antigua como el fútbol mismo: cuando a un director técnico le traen jugadores que él no ha solicitado o entiende que no los necesita, los ningunea, no los pone, les dá minutos escasos, no les concede prioridad. Lo han hecho y lo hacen los entrenadores más afamados en los clubes más importantes. Lo seguirán haciendo. Es una manera de decir sin decir nada.
En Boca, ultimamente hEl presidente Juan Román Riquelme hizo siete incorporaciones en el extenso mercado de pases de invierno. Y a la hora de armar los equipos, en su mayoría el técnico Diego Martínez no las tiene en cuenta.