Avisada por un llamado al 911, la Policía de Salta sorprendió a una cuadrilla de ladrones cuando extraían las vías del tren en un tramo ubicado en la localidad de Coronel Cornejo, en el norte de la provincia. 

Este hecho, registrado el viernes pasado, se suma a una seguidilla de procedimientos derivados del mismo delito que generó gran preocupación entre vecinos y autoridades municipales.

La jueza federal de Garantías de Tartagal, Ivana Soledad Hernández, hizo lugar ayer a la imputación penal requerida por el fiscal federal de Tartagal, Marcos Romero, contra José Nicolás Peralta y Raúl Ricardo Vizgarra, ambos de la localidad de Aguaray, por el delito de "robo agravado por ser cometido en banda, en grado de tentativa y en calidad de coautores".

La jueza también dispuso la prisión preventiva de ambos acusados y autorizó pericias en sus teléfonos celulares.

Al presentar el caso, el fiscal empezó por resaltar el grave daño al patrimonio estatal causado, sostuvo que no se trata de un accionar aislado, sino de una organización delictiva que tiene asoladas a las comunidades del norte provincial con esta clase de robos.

El fiscal contó que hubo numerosos procedimientos, en su mayoría, por encubrimiento por receptación de cosas provenientes de un delito. Estos hechos fueron descubiertos al detectar en rutas de la zona el transporte de rieles extraídos de distintos tramos de las vías del ferrocarril, perteneciente al Estado Nacional. Todos los camiones iban con dirección norte del país.

En este caso, a partir del llamado al 911, cuatro policías fueron hasta la finca La Celina, a 6 kilómetros de Coronel Cornejo, en el departamento General San Martín. En ese lugar había un automóvil y aproximadamente 20 personas que, a modo de cuadrilla de trabajo, extraían los rieles de las vías férreas, que eran cortados con sopletes, y acondicionados en distintos medios de transporte. Ahí mismo quedaron desperdigados 25 tramos de vías férreas de 3 metros 70 centímetros, con un peso aproximado de 3.800 kilos.

Al ver a los policías , los hombres arrojaron las herramientas y corrieron a esconderse en el monte circundante, aunque Peralta y Vizgarra fueron aprehendidos, y se secuestraron las herramientas de trabajo, entre ellas garrafas con sus sopletes, que aún estaban encendidos.

En seguida, la fiscalía federal tomó una serie de diligencias dirigidas al dar con el resto de los implicados, y a los principales responsables de esta cadena de delitos.

En ese marco, el fiscal Romero resaltó la gravedad del hecho, la naturaleza y logística. Consideró vital avanzar con la pericia de los teléfonos secuestrados. Asimismo, insistió en requerir la prisión preventiva fundándose en los riesgos procesales latentes, a la posibilidad de que entorpezcan la investigación. Insistió en que la investigación se encuentra en una etapa clave para obtener más pistas que lleven a los que lograron huir y a los cabecillas.

La jueza coincidió con los argumentos de la fiscalía, e incluso hizo referencia a la cantidad de actuaciones judiciales que inició la fiscalía federal de Tartagal sobre delitos vinculados al robo de rieles. 

Consideró además que no es un hecho cometido en “solitario”, sino que esta parte de un accionar “orquestado” y que es prioritario llegar al final de la cadena delictivas.