En estos días de espanto nos vendría bien leer a León, no estaría nada mal –pienso- que nos envíe alguna carta. Se cumplen cien años de su nacimiento y lo celebramos porque, aun cuando haya muerto, sigue vivo en sus muchos libros y legados, incluso en notas periodísticas que nutrieron este mismo diario. Ni la muerte ni el paso del tiempo han logrado impugnar su presencia, esa vitalidad que convers