“Como una pulsión indómita, como una celebración plebeya de todas las diferencias”, termina escribiendo Nicolás Cuello, curador de la muestra Yo contra mí, compuesta de alrededor de dos décadas de la producción de Gustavo Marrone. Esas dos frases son una perfecta invitación a un recorrido excéntrico, porque la muestra no tiene un núcleo central sino que son dos espirales que rompen la linealidad estética, la cronología de las obras, para juego de espejos las pinturasdos instalaciones en videomediado de los 80 a los primeros 2000Buenos AiresBarcelona