Este martes el gobierno retomó las obras hídricas que habían sido paralizadas por Nación. El proyecto cuenta con una primera etapa donde se asegurará la protección del puente “Molino Blanco” que conecta Rosario con Villa Gobernador Gálvez. En la segunda etapa se prevé la construcción de un muro de hormigón para evitar que la cascada siga retrocediendo. Se estima que la primera etapa demorará unos ocho meses, mientras que la segunda tiene un plazo estimado de concreción de un año. En total, las obras demandarán una inversión de 25.000 millones de pesos. “La obra es de una complejidad importante, pero es una prioridad para nuestro gobierno. Como la Nación no la va a tomar, el gobierno de Santa Fe la va a hacer”, remarcó Lisandro Enrico, ministro de Obras Públicas de la provincia. “Toda esta obra nos va a permitir recuperar un pulmón verde para la zona sur de la ciudad; un parque que definitivamente va a apuntalar el desarrollo en esta zona”, añadió el intendente Pablo Javkin.

Las máquinas se pusieron en marcha este martes. En una rueda de prensa desde el lugar, en el cruce de la Avenida Ayacucho y Juan Pablo II, Enrico brindó detalles de la obra que afrontará el gobierno provincial, tras lograr el traspaso de obra, en el marco de la premisa “obra pública cero” planteada por el gobierno de Javier Milei para su gestión. “Es una fecha importante. Se trata de una obra que finalmente Nación no va a hacer, pero que el gobierno de Santa Fe retoma”, expresó y agregó: “Buscamos darle una solución de fondo al retroceso y el desmoronamiento histórico que tiene la Cascada Saladillo”.

Las obras que iniciaron este martes buscan finalizar con la primera etapa del proyecto, que consiste en la protección del puente Molino Blanco. La obra tiene un plazo de ocho meses y está presupuestada en 1.500 millones de pesos: “La idea es que en breve podamos empezar con la parte más compleja, que es la pantalla de protección de la cascada. Es una estructura enorme que hay que clavar donde está la cascada, para que deje de retroceder, junto a otras medidas de protección”, sostuvo.

Asimismo, Enrico celebró la decisión de Provincia a la hora de recoger el guante con una obra que había quedado desfinanciada y paralizada por el gobierno nacional. “La obra es de una complejidad importante, pero es una prioridad para nuestro gobierno. Como la Nación no la va a tomar, el gobierno de Santa Fe la va a hacer”, manifestó. “El gobierno de Santa Fe no va a esperar que Nación pague y las vamos a financiar con recursos propios”.

En ese marco, el secretario de Recursos Hídricos de la provincia, Nicolás Mijich, aportó la mirada técnica del ambicioso proyecto que se planea sobre el lugar: “Es una obra que, para que tengan una idea de la magnitud, ocupa alrededor de 15.000 metros cúbicos de hormigón. Es una especie de represa, que va a 33 metros de profundidad, con 1,20 metros de ancho, y además tiene vigas de vinculación, que son una especie de tensores, para sostener esa pantalla. Luego, sobre todos esos tensores también se va a ejecutar una losa de hormigón que va a unir la obra de la etapa dos, con la obra de la etapa uno”. Para este tramo del proyecto, la inversión del gobierno provincial se estima en 23.500 millones de pesos.

Desde el gobierno provincial remarcaron la importancia de que se finalice la obra. Según informaron, en los últimos 20 años la cascada del Arroyo Saladillo retrocedió unos 550 metros. En marzo de 2017 la situación tuvo su pico de gravedad, cuando se registró un desplazamiento de casi 300 metros, quedando muy cercana al puente Molino Blanco. En las notas enviadas al gobierno nacional, las autoridades provinciales plantearon la necesidad de retomar las obras con urgencia, explicando que el colapso del puente “causaría congestión vial y dificultades para el transporte, afectando negativa y significativamente a empresas y comercios, provocando pérdidas económicas y de empleos”.

 

A la recorrida por el lugar también se sumó el intendente Pablo Javkin, quien se refirió a las consecuencias que generaron las demoras en las obras con el correr de los años. “En esta instancia, estamos ya muy cerca del puente y con una necesidad de obra mucho más profunda, porque implica 33 metros para abajo, con una pared de hormigón. Lo que vamos a hacer es salvar el puente. Imagínense lo que sería perder este puente de conexión para la ciudad”, sostuvo. “Esto, que era un paisaje original de la primera Rosario, se va a completar con la obra del parque sur. Toda esta obra nos va a permitir recuperar un pulmón verde para la zona sur de la ciudad; un parque que definitivamente va a apuntalar el desarrollo en esta zona”, finalizó.