Un peritaje realizado por la empresa de auditoría ETL Global confirmó que Abuntia, la firma bajo la cual operaba Alejandro Muszak en España, fue vaciada con mecanismos muy similares a los que utilizó en Argentina. Los querellantes ante la Justicia española confían en que esta novedad permita acelerar la causa penal contra Muszak en ese país.

El dato debería ser relevante también para la Corte Suprema de nuestro país, que debe decidir la cuestión de competencia planteada entre el juzgado penal 43 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, muy permeable a los pedidos de la defensa del reo, y los tribunales de San Isidro, donde la causa está lista para ser elevada a juicio oral.

El madrileño estudio ETL Bureau Auditores, fue contratado por el concurso para analizar los movimientos de Abuntia, que al igual que las demás empresas de Muszak, dejó de cumplir todas sus obligaciones en julio de 2023. Ya desde los primeros párrafos, ETL señala que la presentación se demoró por la negativa sistemática de la auditada a proporcionar la documentación solicitada: básicamente, los créditos y débitos y la lista de inversores que debía relacionarse con dichos movimientos.

“Dada la negativa a proporcionar dicha relación, se presentó, por dos veces, el auxilio judicial para que se requiriera a la concursada dicha presentación, imprescindible para la labor de esta administración concursal y en concreto para la realización del inventario de bienes y derechos y la lista de acreedores”, detallan. Finalmente, con meses de retraso, la información la consiguió y proporcionó el juzgado, no la empresa.

Las cuentas de Abuntia registran una serie de transferencias hacia cuentas de otras empresas del mismo titular, asentadas como compra de participaciones accionarias, cuando se trata, en realidad, de carteras de créditos personales, las mismas que Muszak titulizaba y luego colocaba. Esos préstamos son los que, según consta en el expediente penal, fueron vendidos hasta seis veces, en lo que constituye un típico esquema Ponzi.

Con esa modalidad, se transfirieron entre 2021 y 2023 casi 16 millones de euros de los inversores a Wenance. A los auditores les llamaron especialmente la atención dos asientos por débitos hacia esa empresa, por 3,6 millones y 850 mil euros, con fecha de diciembre del año pasado, cinco meses después de simulada la quiebra.

También encontraron transferencias hacia Credipop Inversiones, por aproximadamente 8 millones de euros. En este caso, la justificación fue un supuesto préstamo, que la auditoría reveló vencido e impago: ni capital ni intereses. En todas las empresas mencionadas se repite, como administrador, la figura del abogado Pablo Agustín Rocca Díaz.

Entre otras operaciones comparativamente menores, se descubrieron préstamos por 121 mil euros a Fiizy Finance Services, una empresa dedicada al marketing digital que, en teoría, le proveía servicios a Abuntia. El otro elemento común a todas estas operaciones es la falta de respuesta, explicación o documentación respaldatoria por parte de Abuntia.

Abuntia comenzó a operar en el año 2021. Recibía dinero mayormente de personas físicas, residentes en Argentina y Uruguay. Se trataba de personas que ya habían realizado colocaciones en Wenance, a las que se les ofrecía la posibilidad de invertir también dinero ilegal y, según el speech de Muszak, “a salvo del riesgo argentino”.

Una abogada con acceso a varios de los expedientes que involucran a Muszak lo definió como "un Cositorto con banca". "Su modus operandi no es muy distinto del del titular de Generación Zoe, aunque parezca más sofisticado", explica. "La mayor diferencia está en la impunidad, está todo a la vista, cuesta creer que siga libre", dice y asegura que "alguien lo banca, pero no sabemos quién".

Normativa

Las empresas fintech, apócope de finance technology, como Wenance tienen escasísimo control por parte del Banco Centra de la República Argentina, debido a que la ley de entidades financieras todavía vigente, sancionada por la última dictadura cívico militar, los desmanteló para facilitar todo tipo de negocios. 

Para la normativa, Wenance califica como una prestadora de crédito no financiero, al igual que numerosas mutuales y cooperativas. Amparado en ese vacío, Muszak hizo crecer su operación con prácticas ilegales, que en cualquier entidad debidamente controlada por el Banco Central, hubieran sido tempranamente detectadas. 

Actualmente, Muszak enfrenta una causa en el fuero federal por lavado de activos y distintos procesos judiciales y administrativos en  Argentina, Uruguay y España. En Uruguay fue multado por más de dos millones de dólares y le retiraron la licencia para operar. 

En 2023, Wenance fue apartada de la Cámara Argentina de empresas Fintech, creada en 2017 por el titular de Mercado Libre, Marcos Galperín. Su director, Mariano Biocca, en defensa del sector, explicó que el modelo de financiamiento de Wenance era único en la industria y muchos de sus competidores afirman que ese era el secreto de su éxito: pagaba altas tasas porque transfería el riesgo a terceros.