Cuando las y los consumidores realizamos una compra o adquirimos un servicio, establecemos una relación de consumo con el proveedor y ese vínculo jurídico arranca con una debilidad en una de las partes.
La parte débil es el consumidor porque son los proveedores quienes cuentan con la información relativa a los bienes y servicios que comercializan, en particular, respecto de las características técnese desequilibrio de fuerzas entre consumidores y proveedores se traduce en una inferioridad que amerita un sistema protectorio específico, de lo que se encarga el Derecho del Consumidor.