Un compañero de celda de Christian Brueckner, el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann, la niña inglesa que fue vista por última vez en 2007 en un complejo turístico en el Algarve, dijo que este le confesó que una vez había ingresado a un inmueble en Portugal para robar y había secuestrado a una niña.
La confesión -según aseguró el detenido, llamado Laurentiu Codin, durante una audiencia en el Tribunal Regional de Braunschweig- habría ocurrido en 2020, cuando ambos compartían prisión preventiva en la misma cárcel.
Acusado por pedofilia, Brueckner le preguntó a Codin si él “también” estaba tras las rejas por delitos contra menores, tras lo cual procedió a contarle su pasado.
En esa charla, Brueckner le confesó que había secuestrado a “una niña” durante un robo en Portugal y le rogó a su compañero que quemara su guarida cuando saliera de prisión. “Se habló de una niña, no sé si era verdad o no lo que dijo. Dijo que tenía un colectivo y que la había llevado con él”, declaró Codin.
Luego de dar a entender que había secuestrado a más de una niña, Brueckner le contó que había abusado de ellas en ese colectivo, aunque no le aclaró qué hizo luego del abuso sexual.
“Dijo que se quedó con algunas, pero con otras no, pero nunca dijo que las había matado. Estamos hablando de niñas, no de niños. No de todas a la vez, siempre de una en una. Me habló de dos. Dijo que se había llevado a una, había tenido sexo con ella, pero no la había matado”, añadió.
Cuando el juez le preguntó qué edad tenía esa víctima, Codin respondió: “No quiero equivocarme, pero era muy joven, diminuta. Quiero decir joven”.
Según el relato de Codin, Brueckner también le preguntó “si se puede extraer ADN de una niña de los huesos bajo tierra”, una consulta que para los investigadores es importante, ya que en más de una oportunidad han expresado su firme creencia de que Madeleine McCann está muerta, aunque no han dicho por qué lo creen.
Fue entonces que Brueckner contó que una vez se encontraba en una zona de hoteles para gente rica, cuando divisó una ventana abierta y en búsqueda de dinero ingresó a la propiedad. “Dijo que no encontró ningún dinero, pero encontró a una niña y se la llevó”, afirmó Codin. “Dijo que dos horas después, había policías y perros por todos lados, así que se fue, fuera del área”, agregó.
Codin también afirmó que Brueckner tenía miedo por la posible evidencia que pudiera haber dejado en la escena del crimen, preguntando si se podía rastrear a una persona por su cabello o si podía dejar un rastro al trepar por un balcón.
En su declaración ante el tribunal, Codin indicó que Brueckner le pidió que cuando saliera quemara la guarida que tenía en una fábrica de cajas. Los agentes de investigación de Alemania registraron posteriormente la propiedad y encontraron una serie de archivos de almacenamiento y discos duros, aunque no se ha revelado su relevancia exacta para el caso.
El compañero de celda de Brueckner sostuvo, además, que el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine se jactó de cubrir sus huellas en una oportunidad quemando un auto, aunque no especificó ante el tribunal a qué crimen se refería. “Me dijo que estaba allí en Portugal con otra persona y que prendió fuego a un auto o contrató a otra persona para que prendiera fuego a un coche en Portugal “.
Según Codin, Brueckner le preguntó si era pedófilo en más de una oportunidad. "Cada vez que hablábamos, volvía a eso”. Brueckner le decía: “Dime, no tienes por qué cuidarte’”, recordó. “Me dijo todas estas cosas con la esperanza de que yo también fuera un pedófilo”, advirtió Codin.
Este testimonio supone un gran impulso para el caso Madeleine, ya que ahora los fiscales en Alemania tienen una segunda persona que apunta contra Brueckner. Antes había aportado su relato un ex vagabundo, Helge Busching, cuya credibilidad se vio perjudicada durante el actual juicio a Brueckner por violación y delitos sexuales.
Busching había dicho que Brueckner tenía en su posesión un kit de ganzúas que le permitía "forzar cualquier cerradura" y que adquirió para "irrumpir en complejos turísticos, hoteles y casas de vacaciones".
Christain Brueckner fue apuntado como el principal sospechoso de la desaparición de Madeleine McCann en 2020, aunque nunca fue acusado formalmente. Actualmente, está siendo juzgado en Alemania por delitos sexuales no relacionados, presuntamente cometidos entre 2000 y 2017.
Entre los delitos por el que está siendo juzgado se incluye la presunta violación de una representante turística irlandesa que fue atacada en su apartamento de Praia da Rocha en 2004. Brueckner también está acusado de violar a una adolescente en su casa de Praia da Luz y de violar a una anciana en su apartamento de vacaciones.
También enfrenta un cargo de abuso sexual infantil por supuestamente exhibirse ante una niña alemana en una playa de Salema en abril de 2007. Su último cargo se relaciona con una supuesta exposición indecente frente a una niña de 11 años en 2017.