La periodista Cynthia García repasó el discurso de Javier Milei en la Asamblea de las Naciones Unidas y cuestionó la decisión del presidente de modificar el histórico posicionamiento de Argentina frente a la violencia en Medio Oriente. La crítica llegó después de que el mandatario asegurara que la ONU “sistemáticamente ha votado en contra del Estado de Israel, que es el único país de Medio Oriente que defiende la democracia liberal”.
El editorial de Cynthia García
"A Milei le hicieron un apagón durante su intervención en la Asamblea de las Naciones Unidas. Expuso frente a un auditorio casi vacío, con pocos representantes presentes. Pero, por supuesto, sigue siendo el presidente de Argentina, y sus palabras generan un impacto fuerte, porque reflejan sus intenciones.
Milei es anti-intervencionismo estatal y anti-multipolaridad. Afirmó que la ONU impulsa una agenda socialista que no forma parte del establishment financiero. Además, mostró su alineamiento y rompió con la histórica postura de neutralidad de Argentina en los conflictos, alineándose con Israel. Le dijo al colectivo de la ONU que no respetará la Agenda 2030, cuyos objetivos son reparadores.
Creo que aquí es importante profundizar en dos o tres cuestiones. La primera es: ¿qué son las Naciones Unidas? Son el paraguas civilizatorio que logró consensuar el mundo tras la Segunda Guerra Mundial. Este pacto busca evitar que las masacres de esa época se repitan.
Uno puede darle la razón a Milei, y lo digo con cuidado, en el sentido de que este pacto humanizante, esos acuerdos pos-Holocausto, están rotos. Pero no por una supuesta agenda socialista, sino porque estamos presenciando un genocidio a cielo abierto en la Franja de Gaza. Y la propia ONU lo denuncia constantemente.
Hace unos días votó para exigir el fin de la ocupación en los territorios palestinos por parte de Israel. En abril, hubo un ataque en el que murieron trabajadores sanitarios y pacientes. En ese momento, denunciaron lo ocurrido, algo que sucede con frecuencia, pero esta vez fue una masacre de civiles perpetrada por el Estado de Israel.
Las relatoras de la ONU afirmaban que el mundo está siendo testigo del primer genocidio transmitido en tiempo real por sus propias víctimas. Estamos presenciando un genocidio relatado por quienes lo padecen, y el mundo sigue girando.
Sin embargo, las Naciones Unidas levantan la voz. Muchos lo hacen. En abril, el ataque al hospital Al Shifa representó el asalto más horrendo a la infraestructura sanitaria de Gaza. El asesinato de trabajadores sanitarios, pacientes y heridos fue una violación directa del derecho internacional. Todo lo que está ocurriendo está prohibido.
Uno puede condenar los ataques de grupos terroristas fundamentalistas, pero esos son ataques terroristas. Lo que está haciendo Israel son crímenes de lesa humanidad. Permitir que estas noticias se difundan ha enviado un claro mensaje al mundo, como decían las expertas de las Naciones Unidas.
La población de Gaza no tiene derecho a la salud. No es solo una cuestión de disponibilidad y calidad de atención sanitaria, sino de la aniquilación de cualquier infraestructura capaz de ofrecer servicios médicos básicos.
En este momento, las relatoras de la ONU declaraban que los Estados no han logrado poner fin a esta violencia atroz que no cesa. Uno puede cuestionar cierta inacción, pero no se puede aceptar la propuesta de Milei de continuar con este horror. Para Milei, aunque no lo menciona directamente, su alineación es total con Estados Unidos e Israel. Desde ese lugar posiciona a Argentina, rompiendo con la histórica tradición de participación de nuestro país en la Asamblea General de la ONU.
En cuanto a América Latina, uno de los líderes que más ha alzado la voz sobre esta guerra es Lula. Se preguntó cómo es posible avalar un conflicto cuyas principales víctimas son niños y civiles. En esa misma línea, Lula presentó una postura diferente sobre lo que la región puede aportar. Dijo que América Latina no debe caer en las mismas trampas, ni en los falsos patriotas ni en los ultraliberales.
Sostuvo que el mundo está lleno de acuerdos climáticos incumplidos y advirtió sobre los falsos patriotas, contrastando fuertemente con el Gobierno argentino. También señaló que América Latina atraviesa una nueva década perdida, y que la desesperanza no debe llevar a confiar en estos falsos líderes.
Lula levantó su voz con fuerza sobre lo que ocurre en Gaza. Describió una política de arrasamiento por parte de Israel. No han cumplido ninguno de sus objetivos; nunca pidieron liberar rehenes ni terminar con Hamás. Lo que buscan es arrasar con todo lo humano, con la vida misma. Lo que ocurre en Gaza no es una guerra, es un genocidio. Quienes logran escapar de las bombas solo piensan en cómo sobrevivir".