La tarde del martes pasado en el Concejo Municipal la llevaré conmigo siempre. La fundamentación de Leonardo Caruana, Chiqui González a mi lado. El reconocimiento que se hizo colectivo con las lecturas de Majo, Miguel, Javier, el siempre comprometido canto de Varón. En ronda, como nos gusta se sentaron compañeros de todos los sectores, compañerxs de siempre, es decir familia. Quienes vienen a talleres, a la radio, a grupalidades de antes y ahora, de experiencias compartidas desde hace 30 años o más también.
Dije lo que pude, de donde vengo: bibliotecas populares, la universidad pública del compromiso social, de una organización social, entrando ahora a la jubilación, de un barrio popular llamado Tablada, de los nacidos a mediados del 50 lo que es decir que viví los 70. O sea casi todo lo que odia este gobierno nacional. Y también dije que soy un hombre con fortuna. La tuve y la tengo por compartir con personas como los Lepratti (Pocho, Orlando y Celeste), Rubén Naranjo, Héctor Quagliaro, Jorge Acedo, Federico Pagura, Edgardo Montaldo, Amílcar Tamburri, Viviana Nardoni, Mario Piazza, Marcelo Nocetti, Herminia, Queca, y cada Madre de la Plaza. Y de aquellos que sigo aprendiendo cada día: Oscar Lupori, Amanda Paccotti, Estela Paiz, José María Tessa y desde los 80 siempre la Chiqui Gonzalez.
Lo que he aprendido con estudiantes y compañeras docentes de la cátedra de Cultura y Subjetividad en Comunicación Social, especialmente con Susana Copertari, compañeros más de 22 años. Y con los de Extensión, Territorio y Organizaciones Sociales en la Facultad de Humanidades y Artes. Y también todo lo que juntos aprendemos con los compas de la Biblio y Radio Comunitaria, con todxs los pibas, pibes, jóvenes y adultos mayores que nos enseñan de sus historias de vida.
Como estamos acostumbrados, cada día hay una noticia que intenta hacernos aflojar, retroceder. Ayer me enteré que hay quienes quieren hacer un homenaje en el autódromo a Carlos Reutemann, usando hechos deportivos para hacer olvidar que se trata del responsable político de 9 asesinatos en el 2001 en nuestra provincia, entre ellos el Pocho. Lo que es seguro es que de mi parte, siempre estaré del lado Lepratti , junto a las familias de las víctimas, apostando por la vida y recordando las palabras de Celeste cuando ocurrió el fallecimiento del ex gobernador: "murió impune, con la sangre de nuestros hermanos en sus manos".
Recibió el diploma de "Ciudadano Distinguido".