El jefe de las Fuerzas Armadas de Israel instó este miércoles a sus tropas a estar preparadas para una posible ofensiva terrestre contra Hezbolá en el Líbano, donde la aviación israelí realizó nuevos bombardeos a gran escala contra el movimiento chiíta y ya hay más de 90.000 personas que abandonaron sus hogares, según cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
"Se puede oír los aviones desde aquí; estamos atacando todo el día. Tanto para preparar el terreno ante una posible entrada, como para seguir atacando a Hezbolá", declaró el teniente general Herzi Halevi durante un ejercicio militar en la frontera entre Israel y Líbano.
Halevi detalló que la posible movida de Israel sería entrar en los pueblos del sur del Líbano que Hezbolá transformó en una gran base militar, para destruir la infraestructura del grupo en esa zona.
El ejército israelí anunció anteriormente la movilización de dos brigadas de reserva para realizar misiones operativas en el norte. "Esto permitirá continuar con el combate contra la organización terrorista Hezbolá y la defensa del Estado de Israel, y creará las condiciones para permitir a los residentes del norte de Israel regresar a sus hogares", señalaron las fuerzas israelíes en un breve comunicado, en el que no ofrecieron más detalles.
Crece el número de muertos
El ejército también indicó que prosiguió por tercer día consecutivo sus bombardeos a gran escala en el sur del Líbano y en el valle de Becá, en el este, dos bastiones de Hezbolá, afirmando haber golpeado a más de 280 objetivos de la formación proiraní. Al menos 51 personas murieron y otras 223 resultaron heridas en esos nuevos ataques, anunció en una rueda de prensa el ministro libanés de Salud Pública, Firas Abiad.
Como parte de las medidas para hacer frente a la situación, su departamento preparará diariamente una lista de centros sanitarios asignados para atender a los desplazados con necesidades médicas en diferentes puntos del país, al tiempo que se activó una célula de crisis específica para los desplazamientos.
Según Abiad, ya están disponibles para este propósito unos 310 centros médicos y clínicas móviles, más de 20 de ellos en el sur, y en los próximos días esperan aumentar el número, además de asignar al menos uno de ellos a cada albergue para desplazados. "Sabemos que cuando hay un gran número de desplazados siempre hay propagación de enfermedades, por lo que hemos preparado un plan para vigilar y detectar enfermedades", agregó el titular de Salud Pública.
El lunes Israel empezó ataques intensivos contra el Líbano, que produjeron más de 500 muertos y cientos de heridos, según cifras oficiales libanesas. Se trata de un repunte de los enfrentamientos entre el ejército israelí y Hezbolá. Ambos bandos están inmersos en un intenso intercambio de fuego desde el 8 de octubre del pasado año, cuando el grupo chiíta comenzó a lanzar ataques contra el norte de Israel en solidaridad con las milicias palestinas de la Franja de Gaza.
Desde entonces, ya son más de 1.200 las personas que murieron en el Líbano a causa del fuego cruzado y más de 5.200 los heridos --la mayoría civiles, mujeres y niños--, informó en una rueda de prensa Nasser Yassin, el ministro libanés de Medioambiente y coordinador del plan de emergencia gubernamental para lidiar con las consecuencias del conflicto. Del lado israelí, en los últimos 11 meses murieron 52 personas, 26 de ellas militares y 26 civiles, incluidos 12 menores en un ataque en los Altos del Golán sirios, informó la agencia de noticias EFE.
Más de 90.000 desplazados
A raíz de la reciente intensificación de los ataques israelíes contra el Líbano, más de 90.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares, de entre los que cerca de 40.000 afectados se encuentran albergados en unos 283 centros de acogida establecidos por las autoridades en diferentes puntos del país, según datos de la OIM.
De este modo, en algo menos de una semana se registraron casi tantos desplazamientos como en un año entero de enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, puesto que desde el estallido del conflicto hasta el jueves había unos 111.000 desplazados del lado libanés.
En los últimos días, el volumen de huidas desde las áreas meridionales fue tal que la carretera hacia Beirut sufrió embotellamientos de muchas horas, mientras que las autoridades tuvieron que abrir un gran número de nuevos colegios para acoger a las familias. La OIM alertó de que muchos de ellos probablemente fueron desplazados por partida doble y ya habrían abandonado su lugar de residencia inicial durante los primeros once meses de choques fronterizos entre las partes.
Huída a Siria
Hasta ahora, unos 6.000 nacionales sirios y otros 3.000 libaneses cruzaron hacia Siria ante la escalada de la violencia entre el grupo chiíta e Israel. Una fuente oficial siria dijo a EFE bajo condición de anonimato que la mayoría de los nacionales de ese país cruzaron a través del paso fronterizo de Jdeidat Yabous, ubicado en el centro del Líbano, además de los de Jusiyah y Matraba (norte), que lindan con la provincia siria de Homs.
Asimismo, indicó que unos los ciudadanos libaneses utilizaron el paso fronterizo de Al Areeda, en el extremo noroccidental del Líbano, y se dirigieron principalmente hacia la ciudad mediterránea siria de Tartús.
La fuente precisó que todavía no se ha contabilizado el número de personas que han llegado a Siria en los últimos días y apuntó que las autoridades crearon un comité especial para hacer frente a estos movimientos, a la espera de que aumenten si no remite la violencia en el Líbano.
Misil contra Tel Aviv
Al compás de los ataques contra su vecino del norte, Israel informó que interceptó un misil tierra-tierra lanzado por Hezbolá hacia el centro del país, un hecho inusual dado que normalmente los ataques se dirigen hacia el norte. Este es el primer misil de largo alcance que la milicia proiraní lanza contra Tel Aviv, subrayó a los medios el portavoz castrense para la prensa internacional, Nadav Shoshani.
El portavoz aclaró que el objetivo del ataque era la ciudad en general y cuestionó la afirmación de Hezbolá de que el misil estaba dirigido a la sede del Mosad, el servicio de inteligencia israelí ubicado en las afueras.
Alrededor de las 6:30 de la mañana hora local, las sirenas antiaéreas sonaron debido al misil tanto en Tel Aviv como en Netanya y áreas circundantes, si bien no hubo heridos ni daños. Luego la Fuerza Aérea atacó el lanzador desde el que supuestamente se realizó el disparo, en la zona sureña de Nafakhiyeh.