Ponte Perro es uno de los cantantes más escuchados del momento porque innovó el RKT, el género urbano que nació en el barrio de Billinghurst, dentro del boliche “El Rescate”, en el municipio de San Martín. Los pibes y las pibas escuchan una y otra vez sus hits, porque si bien el RKT se creó como una mezcla de géneros ligados a la cumbia, el reggaetón y demás, Ponte Perro le agregó salsa, merengue, mambo, funky brasileño y rumba, además de un sinfín de berretines y referencias en sus letras que lo distinguen de los demás. Sus temas tienen millones de visitas en las distintas plataformas musicales, pero él tiene un millón de historias detrás de su voz ronca, su cara tatuada y las cadenas de oro que le cuelgan del cuello.
Mario Emmanuel De Los Santos nació el 5 de junio de 1998 y se crió en la Provincia, a la cual nombra en muchas de sus rimas. Él es de Barrio Iparraguirre, Ituzaingó, y en diálogo con BuenosAires/12 comienza el repaso. Cuando era chico perdió a su papá y su madre se enfermó de cáncer en 2006. Él tenía ocho años. Ella la peleó y con el tiempo se curó, pero en 2010 le agarró un ACV. Tres meses antes había tenido un hijo con su nueva pareja, pero Ponte Perro recuerda que con sólo 12 años tuvo que cargarse al hombro la crianza de su hermano menor, ya que además de las secuelas que el ACV dejó en su madre, su padrastro "era una persona perdida en el alcohol y en las drogas, que hizo que hasta el día de hoy yo no consuma, porque cuando pensé que iba a tener una figura paterna, tuve al mismo diablo adentro de mi casa", dice el cantante.
"Ahí mi infancia se desconfiguró. Me moldeé de esa manera y empecé a guerriar desde chico, de repente no tenía a mi vieja porque estaba en un hospital y mi hermano mayor tenía su familia. Yo salía con dolor a la calle, me gustaba el fútbol, pero capaz entraba a un partido y por cualquier cosa me peleaba, o no quería jugar. Me golpeó bastante y me pesaba saber que tenía que criar a mi hermanito. Sufrí muchas cosas adentro de mi casa por una persona que fue un cobarde, porque no tomó el papel que tenía que tomar, entonces al colegio no le daba ni bola, no tenía contención y mi hermanito tenía que comer".
Ponte Perro dialoga con BuenosAires/12 en el departamento de su productora, luego de una ronda de entrevistas en la que le preguntaron por sus estrenos, sus shows, los números, la plata, y los sponsors. Más allá de las sensaciones que se le vienen a la cabeza al hablar de su niñez, recuerda con una sonrisa que a los doce años empezó a ser feriante en la feria de Libertad, en Merlo. Se cargaba ocho bolsos al hombro, viajaba en colectivo, y a tres cuadras de la parada había una peluquería, donde dejaba a su hermanito para que lo cuidaran mientras él se buscaba el mango. Llegó a tener siete puestos de mesa en la feria a pesar de ser un chico. En paralelo, el cantante mantenía otros oficios, facturaba 120 pesos el turno de repartidor de pizzas, le daba 90 a la mamá y los 30 restantes los usaba para irse con sus amigos a andar en moto.
Dice que todas esas cosas lo golpearon fuerte e hicieron que se críe "a los ponchazos". Tras el cáncer de 2006 y el ACV de 2010, la madre del cantante tuvo tuberculosis, toxoplasmosis y meningitis. Estuvo otra vez al borde de la muerte y un año entero en terapia intensiva. "Era mi plena adolescencia, la vida me golpeó y me hizo desviarme, había madres de mis amigos que no me dejaban entrar a sus casas, porque era un pibe solo y era el 'barrilete' por no tener una madre que me acompañe al colegio", relata.
La música, de una u otra manera, siempre lo acompañó. Tenía un amigo que descargaba temas de reggaetón en internet que en Argentina aún no habían sido lanzados, iba a la tribuna de Pasión de Sábado, y sus primos de La Matanza le inculcaron la pasión por la salsa, ya que escuchaban Héctor Lavoe, Frankie Ruiz y demás cantantes históricos a los cuales Ponte Perro menciona en sus letras. Le brillan los ojos cuando recuerda que la música era lo que lo hacía descolgar en el auto mientras su mamá se atendía en el hospital.
Sin embargo, después de tanto girar, Emmanuel encontró un oficio que lo hizo despegar de la calle. La barbería, ser cortador de pelo, hizo que el ahora cantante encontrara una rutina, un equilibrio, y una manera más linda de ganarse el mango. En las peluquerías si hay algo que no puede faltar es la música, entonces él pasó sus días con los oídos abiertos, escuchando estrenos, conociendo artistas y hasta animándose a escribir rimas en un papel, por las cuales lo cargaban sus colegas.
Un día su compañero de la barbería hizo que escuchara "L-Gante RKT", el tema que cambió para siempre la historia del género, ya que hasta ese entonces a las bases de RKT los DJs le ponían voces de artistas extranjeros. Hoy el tema tiene 359 millones de visitas en YouTube, y L-Gante cuenta con 5,3 millones de seguidores en Instagram, pero Ponte Perro recuerda que Elián Valenzuela tenía apenas 8 mil seguidores en aquel entonces. "El tema de L-Gante era algo nuevo y lo escuché veinte veces seguidas, le escribí por Instagram para proponerle cortarle el pelo, y como L-Gante tenía un videoclip ese sábado, me invitó a que vaya con las máquinas".
A partir de ahí fue un efecto dominó. Emmanuel le volvió a cortar el pelo a L-Gante a las tres semanas, y se empezó a copar con la idea de hacer música. La barbería en la que trabajaba se llamaba Ponte Perro, por eso le quedó de nombre. Primero fue "El Emma Ponte", después "el Ponte", hasta que se decidió por el apodo que hoy recorre todas las plataformas. Si bien en ese entonces todavía no estaba pegado en la escena musical, de a poco el artista de Ituzaingó comenzaba a conocer cantantes, grabar videos y demás, y cuando todo parecía tomar vuelo, un feroz incendio azotó su casa de barrio El Mirador, en Merlo.
El cantante recuerda: "Sentí que estaba perdiendo lo poco que tenía, ¿qué más me iban a sacar? Y casi pierdo mi hija, que se quemó gran parte de su cuerpo. Ese fue el punto de quiebre. Quemame el sillón, la cama, la tele, lo que quieras, pero mi hija no. Me sentí zarpado, vacío, no hay cosa peor que se te incendie una casa alquilada. A veces pienso que uno se fija en lo material, está loco por la plata, pero dios te da un 'tate quieto' para que veas que hay cosas más importantes". Recuerda que la que se incendió era "una casa fea, tenía solo dos enchufes, pero era para lo que me daba". Dice que el incendio fue un quiebre porque entendió que la salud de su familia era importante, y que "tenía que vivir bien para que mis hijos estén bien". Más allá de las carencias de la infancia, de las tareas obligatorias del destino, y de las crianzas obligadas, Ponte Perro sentía que el post incendio era su peor momento. "Llegué al piso totalmente, y como no pasé para la tierra, dije 'listo, ahora es todo para arriba y sólo queda crecer'".
A partir de ahí su boom musical abarcó toda la escena. En 2022 el lanzamiento de "Simpática" lo posó sobre el tapete del RKT. Ese tema hoy tiene 4,1 millones de visitas en YouTube. "Simpática me marcó por mis flows, por mi manera de cantar, y a partir de ahí empecé a pulir y a generar otros temas", explica el cantante. El giro 360 lo dio con "Te Parto", que salió en 2023 y que tiene 16 millones de visitas en YouTube, pero este año llegó "Gafita y Chomba", que detonó todo con más de 32 millones de visitas.
Los números trajeron viajes y colaboraciones. El verano pasado estuvo en las favelas de Brasil, y meses atrás viajó a Alemania, para grabar "Mi santo", uno de sus temas, en la sesión de "A Colors Shows", una experiencia audiovisual dedicada a darle lugar a talentos y sonidos distintivos de todo el mundo. Tras regresar de Europa se enteró que De la Ghetto, uno de los cantantes más históricos del reggaetón puertorriqueño, quería grabar con él. "Al toque me acordé cuando cortaba pelo con sus temas de fondo. Todavía no caigo, disfruto el momento, pero siento que estoy para más y tengo algo adentro que me dice que esto no es ni la cuarta parte de lo que voy a lograr", sostiene el máximo exponente actual del RKT, que en sus plataformas ya expone "Así vivo", la colaboración junto a De La Ghetto.
Ponte Perro, Emmanuel, es un pibe que vivió las situaciones más oscuras, pero que no se deja encandilar por el brillo del presente. Sostiene que "hay que trabajar y rodearse bien, y cuando dios diga 'te toca a vos', estar pillo y aprovechar". Y sentencia: "La vida de la música no es de rockstar como todos piensan, la mayoría cree que estamos meta joda y minas, pero mis canciones son experiencias de vida que ya pasaron. Soy un padre de familia y maduré un montón porque entendí que a veces somos muy desesperados y ansiosos, pero cada cosa tiene su tiempo. Hoy me toca a mí".