En Córdoba, una vez más, los incendios se tornan incontrolables. Observar cómo se extinguen los ecosistemas (flora y fauna) por un lado, y las casas de las personas por otro, provoca desazón por lo que sucede e incertidumbre frente a lo que vendrá. Aunque más de 800 bomberos y brigadistas intentan controlarlo, el viento –que en algunas jornadas alcanza los 80 km/h– y la ausencia de lluvias complic