“¿Cómo vas a mirar a tu abuelo a la cara?”, gritó el jubilado frente a una hilera de efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA) que se desplegaron a lo largo de la calle Hipólito Yrigoyen entre Callao y Combate de los Pozos, en uno de los laterales del Congreso. El hombre llevaba una bandera argentina colgada de sus hombros y una remera con la cara de Perón y Evita. Frente a él, jóvenes de no más de 30 años permanecían firmes con cascos y el escudos.
Esa y otras frases similares se repitieron durante la protesta de los jubilados de ayer, que fue cercada por un operativo policial desmedido y que tuvo empujones y forcejeos. Alrededor de 200 o 300 personas se manifestaron en los alrededores del Parlamento y fueron rodeados por efectivos de la PFA y la Gendarmería, que los triplicaba en cantidad y que activaron el protocolo antipiquetes para despejar la calle, aunque esta vez sin usar gas pimienta.
Como cada miércoles, pasadas las 15 horas, luego del acto en la vereda del Anexo, el Frente de Jubilados comenzó con el abrazo simbólico al Congreso, pero fueron interceptados por las fuerzas de seguridad, que les impidieron manifestarse en la calle. Fueron momentos tensos, con empujones hacia los jubilados, algunos de ellos con bastones. “Milei, basura, vos sos la dictadura”, cantaban mientras seguían la protesta en la vereda.
Después de cuatro semanas de represión, es la primera vez que los dirigidos por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no usan gas pimienta ni bastones para golpear a los adultos mayores. “Les cabió lo que dijo el Papa”, gritó un hombre en referente a los dichos de Francisco la semana pasada en el Vaticano. “El Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social pagó el gas pimienta”, afirmó el Sumo Pontífice en referencia al gobierno de Javier Milei.
“Si bien hoy no tiraron gases, esto se endurece. Esto es cada vez es más violento, va a terminar mal y vamos a tener algún compañero quebrado”, le dijo Rubén Cocurullo de Jubilados Insurgentes a Página|12. Muy cerca de él, un hombre con andador se manifestaba. Otro, llevaba cajas de medicamentos que ya no usaba para compartir: “Ya ni remedios podemos comprar”, afirmó el hombre. El mes pasado, el PAMI recortó la cobertura al 100% de más de cuarenta medicamentos del vademecum y varias personas anticiparon que ya no podrán comprarlos.
“Necesitamos la ayuda de todos los compañeros contra este gobierno. Quiero saber si alguna vez va a salir alguno de los opositores, vimos tres o cuatro diputados de la izquierda. ¿Dónde está el resto?”, se preguntó Cocurullo. En la movilización estuvieron los diputados del Frente de Izquierda Unida, Alejandro Vilca y Vanina Biasi, que la semana pasada tuvo que ser atendida luego de ser gaseada por la policía. También participó el abogado y exdiputado Luis Zamora.
“Hicieron un operativo con el objetivo de agredir a una ronda de jubilados que se hace todos los miércoles y que desde hace unas semanas la ministra Bullrich decidió transformar en un hecho criminal”, afirmó la exdiputada Myriam Bregman, que también estuvo en el lugar. Al menos 10 jubilados fueron heridos el miércoles pasado durante la represión. Si bien ninguno fue hospitalizado, varios sufrieron lesiones por el gas pimienta.
Tanto Bullrich como otros funcionarios del ministerio de Seguridad tienen denuncias por la represión a los jubilados, una presentada por la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) y otra, por la legisladora Biasi. Además, hay una denuncia por el caso de Fabrizia, la nena que fue gaseada el miércoles 11 de septiembre mientras estaba con su mamá en una manifestación. “¡Acá hay un nene, vengan a reprimir!”, gritó irónicamente una mujer frente a los efectivos. Existe una nueva presentación judicial, realizada por un jubilado herido la semana pasada, que está en está en manos de la jueza María Servini, titular del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 1. Las otras recayeron en el Juzgado Federal 9, a cargo de María Eugenia Capuchetti.
Además del reclamo por los medicamentos, el Plenario de Trabajadores Jubilados pidió un haber mínimo de 950.000 pesos que contemple la canasta básica de los adultos mayores, que incluye elementos diferentes a las que se toman en cuenta para las mediciones del INDEC, que contemplan las necesidades de un adulto joven. También, volvieron a reclamar un aumento de emergencia luego del veto de Milei a la Ley de Movilidad Jubilatoria, que establecía un aumento de 8,1 puntos porcentuales.
Cuando parecía que la tensión había finalizado, un grupo de jubilados y jóvenes se sentaron sobre la Avenida Rivadavia, con un colectivo de la Línea 90 a sus espaldas que finalmente tuvo que cambiar el recorrido. “Yo no tengo miedo a morirme acá, no tengo miedo a la represión, yo tengo miedo a morirme de hambre. A eso tengo miedo”, afirmó uno de los que participó de la sentada. A su alrededor, otra vez el canto al Presidente: “Milei, basura, vos sos la dictadura”. La situación duró alrededor de 10 minutos y luego la marcha se dispersó. Los efectivos se mantuvieron alrededor del Congreso y los carros hidrantes estacionados a una cuadra del lugar.