El expresidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, explicó por la 750 qué hay detrás de la nueva intentona del Gobierno de Javier Milei de privatizar la línea de bandera y sostuvo que los argumentos que levanta para tomar esta decisión no tienen ningún tipo de lógica.

Entrevistado por La García, Ceriani sostuvo que el Gobierno intentó aprovechar el conflicto salarial que tiene con los trabajadores, y su importante eco mediático, para llevar el tema al Congreso aprovechando lo que creían que sería un descontento de la sociedad con la situación.

El Gobierno intentó aprovechar un conflicto gremial y escalar la discusión ideológica que tiene sobre las empresas públicas y los sindicatos, pero se encontró con un debate serio que requiere tiempo y reflexión profunda sobre el rol del Estado, las necesidades del país en términos de conectividad”, comenzó señalando.

Además, explicó que los argumentos que llevaron al Congreso son falsos. Por ejemplo, en primer lugar, dijo que sostuvo que el conflicto gremial que no se va a resolver con la privatización, ya que se trata de una situación de la empresa, algo estrictamente salarial.

“Lo que tampoco va a mejorar con la privatización es la conectividad de las provincias. Se hace una conexión directa entre privatización, tarifas y cantidad de vuelos, pero no es real. No hay ninguna lógica en esa relación, todo lo contrario”, añadió.

Y dijo: “Lo más probable es que una administración privada sólo opere las rutas rentables, lo que haría que se caigan las menos rentables, con menos oferta y tarifas más altas. Provincias enteras podrían quedarse sin servicio aéreo. No sólo no es cierto que la situación vaya a mejorar, sino que es probable que empeore”.

Por eso Ceriani sostuvo que esta discusión “se transformó en un conflicto político que el Gobierno decidió escalar, viéndolo como una cuestión ideológica y una batalla a ganar contra el movimiento obrero” y no mucho más.

“Les parece una lucha emblemática, pero esto agrava el conflicto y aleja las posibilidades de una solución. Se nota en la ausencia del presidente de Aerolíneas en las comisiones, porque el clima es muy tenso, y eso no construye nada. Lo mejor que puede hacer el Gobierno es armar una mesa de diálogo y tratar de resolver este conflicto de la mejor manera posible”, finalizó.