En el día previo al comienzo del juicio, integrantes de la Gremial de Abogados y Abogadas, defensores y defensoras de la comunidad Winkul Mapu, realizaron en el sindicato de docentes de Río Negro, UNTER, una conferencia de prensa. Laura Tafettani, secretaria general de la Gremial, afirmó en ella que “este tipo de conflictos territoriales no pueden tener una respuesta penal, es una respuesta que no sirve. … En este conflicto se dio un caso muy particular, que se levantó una Machi. Hacía 60 años que en el lado de Argentina, no sucedía. En lugar de estar orgullosos, lo que se hizo fue criminalizarla. No va a haber paz, en la injusticia.”

La Machi Betiana Colhuan es sanadora y guía espiritual. En la cosmovisión mapuche, la Machi es tal “con su comunidad, en el territorio”. Por eso el retorno de la Machi al Rewe, el espacio ceremonial sagrado ubicado en el Lago Mascardi, no es una consigna, sino la respuesta colectiva de las comunidades mapuche en defensa de su espiritualidad, y de las posibilidades de contar con su propio sistema de salud.

Nos dice la Machi: “La base de nuestra lucha es la permanencia y la convivencia con el territorio. Eso nos hace ser mapuche, gente de la tierra, que pertenece, que convive con la naturaleza y con todas las vidas del territorio. A partir de esa base empieza la recuperación territorial, la reivindicación de nuestra cultura: nuestro idioma, vestimenta, nuestra forma de relación con la tierra y nuestra espiritualidad. Llevamos más de seis años de nuestra primera reivindicación territorial, de la recuperación ubicada a la orilla del Relmu Lafken, conocido como Villa Mascardi"

Sigue: "El primer golpe fue cuando mataron por la espalda a nuestro weichafe (guerrero) Rafael Nahuel Iem, el 25 de noviembre de 2017. Posteriormente fue la detención de todas nosotras, las violencias contra la comunidad ejercidas por fuerzas policiales, estatales y parapoliciales. Venimos resistiendo tantos golpes, y lo hacemos en comunidad. Somos una comunidad que durante estos años pudo fortalecer su espiritualidad, y levantar un espacio ceremonial sagrado, un Rewe, donde se retroalimenta la energía del territorio y de nosotros. Nosotros damos al territorio, y el territorio nos devuelve salud, bienestar. Es un compromiso constante. Es un territorio que vio nacer a nuestros hijos y nos toma como hijos. Somos el brote de la tierra. Hemos resistido fuerzas represivas, gases lacrimógenos, balas. En el 2022 hay un allanamiento que termina siendo un disfraz para una orden de desalojo, donde gasearon, esposaron, a nuestros niños, niñas, y fuimos detenidas 7 mujeres con 15 niños y niñas. Desde ese momento empieza una organización de comunidades en defensa del territorio ancestral mapuche, del Rewe, que no es solo de esta comunidad, sino que pertenece a todo el pueblo nación Mapuche. Empieza a fortalecerse el territorio, pero al wingka, al estado y al capitalismo no les conviene. Por eso en afán de escarmiento nos detienen durante 8 meses. Se arma una mesa de diálogo con autoridades espirituales, filosóficas, de distintas comunidades, y se logra firmar un acuerdo que nos da la libertad. Actualmente hay 2 detenidos oficiales con prisión en la cárcel, Matías Santana y Gonzalo Coña. Hace unos días, sorpresivamente, detienen nuevamente a Luciana Jaramillo y Romina Rosas –embarazada de siete meses. Posteriormente les dan detención domiciliaria. Vamos a ser llevados al banquillo de los acusados nosotros, pueblo originario, preexistente, pueblo mapuche, acusados de usurpar nuestro propio territorio y nuestro derecho a vivir. Los días 26, 27 y 30 de septiembre se hará el juicio en Bariloche, en el escuadrón de Gendarmería. Las mismas fuerzas que nos reprimieron, nos van a tener en su destacamento para juzgarnos. Estamos a la espera del juicio, y a la espera de qué va a pasar con nuestros espacio ceremonial sagrado. El Estado firmó un acuerdo en el que reconocía a la comunidad, se comprometía a devolver el Rewe, y a reparar todo el daño. Porque durante estos años, los únicos perjudicados, los únicos muertos, los hemos puesto nosotros. Nos llaman violentos, pero los heridos, los gaseados, los niños aprisionados, los muertos, siempre los hemos puesto nosotros, la comunidad mapuche. Hoy estamos a la espera del juicio, preparándonos espiritualmente, pero entendemos que este gobierno y los gobiernos que han pasado, genocidas, racistas, lo único que quieren es exterminar a nuestro pueblo y contaminar a nuestra Mapu (tierra), con sus proyectos donde los únicos beneficiados son ellos, el Estado, los poderosos, los ricos. Nosotros entendemos que las leyes se han hecho para perjudicarnos. Ésa es mi palabra”.

La resistencia del pueblo mapuche continúa, y no se trata de acciones aisladas de cada comunidad, sino de la conciencia colectiva referida a su propia existencia como pueblo.

Luciana Jaramillo, otra de las mujeres mapuche que fueron presas junto a Betiana en octubre de 2022, recientemente volvió a ser detenida y colocada en prisión domiciliaria. La detención implicó una profunda violación a los derechos humanos. Así fue denunciado por la trabajadora social Vanesa Martin, quien se encontraba con ella en el momento en que se la llevaron engañosamente de la Oficina de la Mujer, Género y Disidencias de la comuna de Cushamen, diciendo que era para un estudio médico, y la detuvieron luego en un acto de violencia institucional. 

Luciana nos refiere: “En el año 2017, por una necesidad espiritual de levantar a la Machi, se inicia el proceso de recuperación territorial, en ese espacio que se encontraba en manos de Parques Nacionales. Si bien Parques Nacionales tiene un mensaje de que protegen y cuidan la flora, la fauna, lo cierto es que ese territorio estaba siendo preparado para lotear y vender. Nosotros encontramos todos los elementos con los que se lotea el espacio, y por eso creo que hay tanta molestia y ensañamiento. Es un espacio turístico, donde hay intereses inmobiliarios, y nosotros vinimos a ser la molestia. Por eso buscaron la forma de judicializarnos. Eso derivó en un desalojo el 23 de noviembre del 2017, una madrugada en donde fuimos detenidas junto a nuestros pichikeches (niños y niñas). Fuimos golpeadas, gaseadas y presas en la comisaría de Bariloche. Asesinaron a Rafa. Todo esto dentro del contexto de la recuperación territorial, lucha que estamos llevando como pueblo, no solamente aquí en Puelmapu, sino en Gulumapu. Desde entonces nunca hubo una tranquilidad plena. Día y noche se cuidó ese espacio para poder sostenerlo. Logramos el objetivo, levantamos a la Machi, pudimos afirmarnos en ese trabajo espiritual, pero nunca tuvimos tranquilidad. Tuvimos tiempos de fortaleza interna como pueblo, de vínculo con otras comunidades, que nos llevaron a afirmar nuestro pensamiento, nuestra vida. Teníamos nuestras rucas (casas), nuestras siembras, animalitos, gallinas, hasta octubre del 2022, que viene el desalojo, y la infinidad de atrocidades que cometieron. Alrededor de 15 casas fueron destruidas, y toda una vida que teníamos en ese espacio. Estuvimos ocho meses detenidas, y el resto de la gente de la comunidad en clandestinidad, que es más o menos la situación que tenemos ahora –hay pulagmien clandestinos, están los lagmien detenidos, y nosotras con Romi con arresto domiciliario-. Nuestra detención fue una decisión política que tomaron, inventando una excusa que no es creíble para nadie, donde dicen que a mí me vienen a notificar acá y no me encuentran. Ellos ya han venido otras veces, éste es un pueblo re pequeño donde yo estoy, Cushamen, donde vos preguntás en la esquina dónde está mi casa y todo el mundo sabe, porque nos conocemos desde siempre, mi familia siempre ha vivido acá. Me detienen sin explicación alguna, con violencia verbal y física. Con este escenario estamos llegando al juicio, enfrentándolo con toda la dignidad, sabiendo que reclamamos un legítimo derecho a retornar a la tierra". 

"Si bien este gobierno y los anteriores han faltado a su palabra, han mentido, y no se ha logrado materializar lo que fue el acuerdo, ya en esta etapa nos mantenemos con este pensamiento de no renunciar a ese espacio ceremonial sagrado que fue levantado con tanto esfuerzo, donde Rafa Nahuel dejó su sangre, y tuvimos que soportar una violencia desmedida por parte de este Estado por defenderlo. Nos mantenemos firmes, vamos a seguir luchando para poder retornar, y ojalá nuestra Machi pueda seguir desarrollando ese trabajo espiritual en ese espacio”.

Gustavo Franquet, abogado de la Gremial, señaló en la Conferencia de Prensa: “Este va a ser un juicio de alto contenido simbólico y político. El presidente de Parques Nacionales va a estar en la audiencia, va a estar también el señor Diego Frutos, persona muy violenta conocida por todos. La actitud de ambos es de provocación. La delegación de Parques Nacionales está compuesta entre otros por funcionarios del Ministerio de Defensa de la Nación. Lo que ha dicho el presidente de Parques Nacionales, es que lo que está en juego en el juicio es la soberanía nacional. Pero sabemos que cualquier condena a la comunidad Winkul Mapu, sería violatoria de los tratados internacionales firmados por Argentina que protegen a los pueblos originarios.”

Orlando Carriqueo, werken, vocero de la Coordinadora del Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro, reafirma las consecuencias posibles del incumplimiento de los acuerdos por el estado argentino. “Es un nuevo incumplimiento por parte del Estado de un acuerdo firmado por autoridades filosóficas del pueblo mapuche de Neuquén, Chubut, Río Negro, y organizaciones como el Parlamento Mapuche Tehuelche de Río Negro, donde a través de una mesa de diálogo llegamos a un acuerdo en el reconocimiento de un espacio territorial sagrado para el pueblo mapuche, que es un derecho, una obligación que el Estado cumpla, que significa garantizar el acceso a la medicina tradicional, y respetar la espiritualidad del pueblo mapuche. Si el acuerdo cae sería un incumplimiento del Estado y una violación a los derechos humanos, a los derechos indígenas. En el largo plazo Argentina va a estar condenada como Estado a devolver ese territorio. En un fuero internacional, el Estado argentino no tiene ni la más mínima posibilidad de ganar una demanda que estamos en posibilidad de hacer. La idea del Estado de desaparecer a los pueblos indígenas no es nueva, siempre estuvo presente en una élite de la sociedad argentina. Los pueblos indígenas hoy nos encontramos enfrentando el extractivismo, una violencia de las empresas extractivas que se resguardan con las modificaciones de leyes de los Estados para avalar ese atropello, que no es más que asegurar un genocidio, porque esos mecanismos los utiliza el Estado para seguir despojándonos de nuestro territorio, sacándonos de nuestra cultura y de nuestra forma de vivir. La persecución del pueblo Mapuche, es una herramienta que los gobiernos utilizan para generar miedo. El gobierno de Milei lo ha utilizado con una inusitada violencia frente a gran parte de la sociedad. Por eso la militarización, el encarcelamiento, el ataque a las organizaciones indígenas, sociales, porque se busca generar terror en la población para que no proteste. Ese mecanismo tiene un nombre, se llama terrorismo de estado. Lo que sufren las pulagmien, los presos políticos como Matías Santana, es posible porque hay una elite racista y una sociedad que estructuralmente se construyó racista. El poder judicial es el brazo ejecutor del despojo de las comunidades, y falla en favor de los poderosos. Es evidente. No hay independencia judicial, nunca la hubo ni la va a haber con este sistema judicial vigente en Argentina”.

Al finalizar la conferencia, la Machi Betiana subrayaba: “Esta es la tierra de nuestras abuelas y abuelos. No podemos ser usurpadoras de nuestro propio territorio.” La colonización continúa, y los pueblos originarios dan ejemplo de dignidad y resistencia. En la Patagonia rebelde, todos los días las comunidades mapuche tehuelche se levantan por territorio, comunidad, espiritualidad, derecho a la existencia. Sus demandas no son solo exigencias de una comunidad, sino el reclamo plurinacional de los pueblos que sienten la autonomía y la libertad como una causa de todos y todas, más allá de las fronteras geográficas, culturales y espirituales.