Lorena pertenece al Centro Cultural Recreativo y Biblioteca Evita, ubicado en el barrio Zavaleta, en la ciudad de Buenos Aires. Cocina casi todos los días para cientos de sus vecinos. Al comedor "se acerca cada vez más gente", le contó a Página/12, pero el Gobierno igualmente les recortó el envío de alimentos desde principios de este año, asi que se las arregla como puede. “Desde que asumió Milei viene má
En los barrios, el índice de pobreza no es ninguna novedad
El drama social en primera persona
“Desde que asumió Milei la fila es más larga, pero la cantidad de alimentos que recibimos es cada vez menor", cuenta Lorena, que organiza un comedor popular en la Zavaleta. María, que trabaja en un merendero de Longchamps, se lamenta por la falta de empleo. "Están cerrando muchas fábricas", relata. "A veces no nos alcanza la plata ni para comprar un kilo de azúcar”, dice Claudia, desde Resistencia, Chaco.
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