Atropellando toda lógica administrativa e intentando saltar por encima el tratamiento parlamentario aún vigente, el presidente Javier Milei firmará un decreto para que Aerolíneas Argentinas quede “sujeta a privatización”.

La maniobra anunciada este mediodía por la Casa Rosada intentará acelerar la venta (total o en parte, aún no se definió) de la empresa de bandera y cumplir con la amenaza a los gremios aeronáuticos de arrasar con cualquier escenario de acuerdo frente a las demandas salariales y de mejoras laborales que se agitan desde hace semanas.

La medida que declarará a AA “sujeta a privatización” será publicada la semana próxima y se enmarca en el artículo 9º de la ley 23.696, de Reforma del Estado, argumentó el vocero Manuel Adorni.

Al hacer el anuncio, el mandadero sostuvo que la empresa “arrastra un déficit crónico” del que le echó la culpa a “los gobiernos populistas”. Además, afirmó que el gasto que la compañía le demanda al Estado “pone en riesgo la sostenibilidad fiscal” que el gobierno neoliberal defiende con uñas, dientes y represión.

El artículo al que hizo referencia Adorni aclara explícitamente que la iniciativa del Poder Ejecutivo deberá ser aprobada por ley del Congreso. Y para ello le asigna la categoría de “trámite parlamentario de preferencia”, es decir que debe ser tratado sí o sí y en el menor tiempo posible.

Lo que quiere asegurarse Milei es que la privatización se trate y llegue lo más lejos posible, tras el revés que el tema sufrió esta semana en el parlamento.

Con la ayuda de sus aliados del PRO, el oficialismo dio luz verde en la Cámara de Diputados al proyecto privatizador elaborado por el macrista (o bullrichista, todo puede ser) Hernán Lombardi. Sin embargo, el miércoles pasado quedó frenado durante su tratamiento en comisiones debido a que no consiguieron la cantidad de firmas suficientes para emitir un dictamen.

Fueron los diputados provinciales –detrás de los cuales están los gobernadores- quienes objetaron la privatización de la empresa ante la posibilidad de que su venta vuelva a dejar sin conectividad a las provincias, como en la década del ‘90.

Ese día, no solo los diputados aliados y de la oposición cuestionaron la intentona del Gobierno sino también los trabajadores de AA, que se movilizaron masivamente frente al Congreso apoyados por varios gremios.

El grito que también se puso en el cielo es que Aerolíneas Argentinas había quedado afuera de la lista de empresas a privatizar, incluida en el proyecto original de la Ley Bases. La exclusión de esta compañía había sido acordada en las negociaciones entre el oficialismo y quienes apoyaron la sanción de esa ley.

El decreto que Milei firmará y publicará para que la compañía de bandera entre a remate rompe con la palabra que dio el oficialismo en esa instancia y contradice toda promesa hecha en el marco de ese compromiso.

Además, eleva la tensión con los gremios y hasta le intenta bajar el precio al revés judicial que sufrió ayer cuando el Juzgado del Trabajo N° 42, a cargo de Ricardo Hierrezuelo, hizo lugar a un planteo de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y dejó en suspenso la aplicación del decreto que declara "esencial" al transporte aéreo, con el cual pretendió limitar el derecho de huelga.