Margarita Barrientos, creadora del comedor Los Piletones, afirmó que no se sorprendió por los índices de la pobreza y la indigencia del primer semestre del año que informó el Instituto Nacional de Censos y Estadísticas (Indec): "Ya lo venimos midiendo desde hace mucho tiempo". En este sentido, reconoció la gravedad de la situación actual y describió cómo se vivieron estos meses en los comedores comunitarios.

"La gente cada vez más pierde su trabajo, está desocupada, veo gente viviendo en la calle, familias. Gente que entrega sus heladeras como forma de pago del alquiler para no quedar en la calle", explicó la referente social en comunicaciones radiales. 

Barrientos, quien en 2023 contó que sentía afinidad por Javier Milei y reveló sus intenciones de votarlo porque "la gente" quería "un cambio", sostuvo que el problema no es nuevo. "Hace mucho tiempo que nosotros lo vemos: gente que no tiene otra forma para comer si no fueran los comedores", indicó.

Consultada sobre si hubo un aumento de personas que acuden al comedor ubicado en el barrio porteño de Villa Soldati, respondió: ", hay mucha hambre y mucha necesidad". También señaló que antes iba únicamente una persona, por lo general la madre de la familia, a llevarse una vianda para el hogar, pero ahora, toda la familia asiste al comedor.

"A veces no nos alcanza porque se agrega familia que nunca han venido. Nos está pasando mucho", explicó, y subrayó: "Por eso empezamos a aumentar una olla más, porque no se puede ir una familia que estuvo dos horas haciendo cola sin una vianda, sabiendo que hay niños y que está su papá que necesita energía para salir todos los días a tirar de un carro".

El impacto de la crisis en la salud mental

Por otro lado, Barrientos remarcó que la gravedad de la situación afecta también el plano psicológico de las personas. "En la casa está el marido que está desocupado y deprimido. Hasta eso una tiene que cuidar, la depresión de la gente que hoy la está pasando mal. La gente llega angustiada", contó.

Barrientos, a pesar de su habituación a la violencia económica y política sobre los más vulnerables, confesó que a ella también le afecta "el humor" conocer el panorama y enterarse de las cifras del Indec. 

"Pienso en la gente, en el niño, en el abuelo que no tiene oportunidad y tiene que salir a revolver en la basura. (Una persona) tirada adentro de un volquete en el Mercado Central para sacar algo que le sirva. Eso me afecta mucho. Yo veo que nadie los ve. Eso me preocupa más", lamentó.

En esta línea, al respecto de la gestión de La Libertad Avanza, no se expresó confiada. Tampoco mostró esperanzas en otra representación política del Estado. "No sé si volveré a votar", afirmó con decepción. "Una vota con la ilusión de que el presidente va a respetar a la gente", indicó.

"Nadie ha hecho nada por nadie. Ningún gobierno hizo nada por los pobres. A los gobiernos les gusta la gente ignorante, así pueden dañarles, prometerles y no cumplir", consignó.

Pobreza e indigencia: las peores cifras en 20 años

El Índice de Pobreza alcanzó al término del primer semestre del año el 52,9%, por encima del 41,7 % de finales del año pasado, y del 40,1% de enero-junio del 2023, según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). 

En tanto, el Índice de Indigencia, entendido este como los pobres cuyos ingresos no son suficientes ni siquiera para comprar la cantidad mínima de comida que permita la subsistencia, se ubicó en 18,1%. A finales del año pasado había trepado al 11,9%, y entre enero y junio del 2023 se ubicaba en 9,3%.

Esto implica que, sobre una población de 46 millones de personas, 24,3 millones son pobres, y entre ellas, 8,3 millones no tienen el dinero mínimo para comprar la comida que les garantice la subsistencia.

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