Se trata de una auténtica Biblia mediática, y como tal, Saturday Night Live tiene sus mandamientos. Desde que comenzara a emitirse por la NBC hace 49 años, esta maquinaria humorística se guía por su apego a las reglas. La rutina se inicia cada semana con casi medio centenar de bocetos de los cuales sobreviven menos de diez. No está permitido reírse del material propio. No se puede insultar. Y si sos anfitrión más vale que no uses el programa para promocionarte so pena de quedar en su lista negra. Quizás la más paradójica sea la imposibilidad para los miembros del elenco a salirse del libreto.
La más relevante, sin embargo, tiene que ver con la manera en que debe pronunciarse aquello que dijo por primera vez Chevy Chase un 11 de octubre de 1975. El “Live from NY, It´s Saturday Night!” que en unas horas quedará a cargo de Jean Smart dando la patada de su temporada número 50. Emisión que podrá verse en simultáneo por Universal Premiere (0.30 del domingo hora argentina). La versión subtitulada estará disponible una semana después de su estreno en la app de Universal+.
“Con Saturday Night Live aprendí que nunca salimos al aire porque estamos listos, salimos al aire porque son las 23.30”, asegura Lorne Michaels en una entrevista exclusiva concedida a Página/12. Se trata del ideólogo de esta institución que se emite desde el estudio 8H ubicado en los pisos 8 y 9 del edificio Rockefeller Plaza (el “30 Rock” para los entendidos). Trampolín para John Belushi (por solo nombrar uno de la centena de comediantes que pasaron por allí). El lugar donde Sinead O’ Connor rompió la foto del Papa Juan Pablo II en lágrimas hacia 1992. Usina para películas como The Blues Brothers, El mundo según Wayne, A night at the Roxbury o Coneheads. Que tiene su “Five Timers Club” de anfitriones encabezado por Alec Baldwin (17), Steve Martin (16), John Goodman (13) y Tom Hanks (10). El programa récord de los Emmy con 103 preseas y 85 derrotas para su productor. La marca que, más acá en el tiempo, fue redefinida y revitalizada por Tina Fey.
Y, por último, el envío por el que Cristopher Walken se volvió adicto al cencerro. Como ninguno, el sketch "More Cowbell", protagonizado por el actor de El francotirador, resume el desmadre organizado de SNL y su relevancia dentro de la cultura pop. “Desde el comienzo supe que hacer un programa en vivo iba a comunicarnos directamente con la audiencia. Yo también consumía muchos programas de variedades, entonces me consideraba parte de un público que apreciaba eso, y pensé que si podía llegar directo a la gente, el programa iba a ser mucho mejor que si se grababa y editaba. Estaba y sigo convencido de eso”, plantea Michaels.
Cada generación se destaca por algún/a comediante que banca la parada frente a lo que parece inevitable. Es decir, ¿hasta cuando seguirá SNL? Desde 2019 ese rol queda para Bowen Yang quien, vale decir, quedará eclipsado por todos los aperitivos del SNL50. Ya están confirmados Coldplay, Stevie Nicks y Billie Eilish entre los próximos números musicales, mientras que Michael Keaton y John Mulaney harán lo propio como hosts. Esta temporada, por otra parte, contará con un programa especial en vivo que se realizará el 16 de febrero del próximo año. Algunos de los que ya se anotaron para este larguísimo festejo son Maya Rudolph y Kenan Thompson, miembros de viejos elencos. Y como si fuera poco dentro de poco llegará Saturday Night, la película de Jason Reitman (Gracias por fumar y Juno) sobre el trasfondo de la primera emisión del programa de Lorne Michaels en octubre de 1975.
“En ese momento yo sabía lo que estaba haciendo, pero a gran escala no sabía lo que estaba haciendo. Pensé que teníamos todos los ingredientes, pero que no teníamos la receta, hasta que se me ocurrió la idea de un programa que tuviera, en medio de los sketches, momentos musicales, también pensé en un noticiero y así fue tomando forma”, explica Michaels.
-¿Qué significa ser productor de SNL? ¿Cómo es el proceso de cada semana?
-Empezamos los lunes con una reunión, todavía con el cansancio natural del programa del sábado anterior. Sin embargo, es una reunión muy importante que no podemos dejar pasar, en la que está todo el elenco, los guionistas y productores, junto al anfitrión de esa semana. En mi caso, camino por la sala y voy preguntándoles a todos en qué están trabajando. Algunos tienen ideas listas, otros están trabajando en algunas de las que no están muy seguros, pero todo eso es una señal de que la semana está comenzando. Cada uno escucha las ideas de los demás y se van formando equipos, el anfitrión también es clave porque los guionistas deben saber qué puede hacer o no al momento de escribir los sketches. El resto de la semana solemos trabajar hasta tarde, ceno con el equipo, siempre quiero asegurarme que todos estén en la misma frecuencia, desafiándose el uno al otro para concebir ideas innovadoras que no hayamos hecho antes. Mi trabajo es conseguir que todo funcione a la perfección, que todo el equipo tenga una buena relación y llevar el programa a buen puerto.
-¿Cómo manejan los comediantes de Saturday Night Live la fama que les da el programa?
-Nadie puede lidiar con la fama. Generalmente, nosotros somos bastante tolerantes con eso, pero conozco a muchos que se ha convertido en verdaderos imbéciles. Es parte del proceso, porque ninguno creció de esa forma, para muchos el programa representaba una completa novedad en sus vidas cuando empezaron. Al mismo tiempo, también es fantástico ver a un integrante del equipo mejorar con el tiempo, ver cómo descubre los personajes.
-¿Cómo logró encontrar a los miembros del elenco?
-Lo más importante es buscar esa suerte de chispa, eso que te indica que la persona tiene algo especial. Tiene mucho que ver con el instinto, con comprender cómo funcionan sus cabezas, al punto tal de que sabés que algo interesante va a salir de ese proceso. Cuando se trata de talento, ese talento necesita madurar. Y la única manera de que madure es trabajando constantemente. El que se arriesga falla, pero también se abre paso. Todo eso es parte del recorrido. Para casi todos los integrantes de SNL, este es su primer trabajo como comediantes. Y para muchas personas, su oficina es más bonita que su apartamento, razón por la que pasan en el estudio interminables horas. A medida que pasa el tiempo y, a medida que ganan confianza, mejoran, se vuelven más divertidos y saben confiar en sus propios instintos.
-¿Con qué desafíos se encuentran quienes ingresan a SNL?
-Considero que si fuiste una de las personas más graciosas de tu clase mientras estudiabas en el colegio, entonces no cambia mucho, simplemente tenés que trasladar eso al plano profesional y colaborar con el equipo. Puede llegar a ser una experiencia inquietante, pero al mismo tiempo sumamente estimulante.
-¿Es cierto el rumor de que es muy difícil hacerlo reír?
-No, no, yo me río. Creo que es imposible estar en el mundo de la comedia y no reírte, pero sí es cierto que nunca termina un programa y decís: “Ese sí que salió genial”. Cuando haces esto, te enfocás en los errores y en cómo podés mejorarlos, prestás atención al motivo por el que una broma no funcionó, te fijás en por qué un comediante estuvo brillante en los ensayos pero salió en vivo con el pie izquierdo. Siempre querés que cada programa de SNL esté en su pico y es todo muy honesto porque hay un misterio que rodea al programa, a veces algunas bromas funcionan y otras no, hay muchas variables, y el querer alcanzar la perfección es lo que hace comediantes a los comediantes.
-¿Es difícil ser quien toma las decisiones?
-Cuando estás a cargo, tenés que asumir la responsabilidad de todo. Y eso significa que vas a herir los sentimientos de la gente, tenés que saber que eso puede pasar, pero al mismo tiempo la única forma en que podés vivir con vos mismo es creer en lo que estás haciendo para ofrecer el mejor espectáculo posible cada semana. Yo tengo que asegurarme de que nada se interpondrá en ese camino.
-¿Qué consejo les da a los actores del Saturday Night Live?
-Tenés que construir un puente hacia lo siguiente que quieras hacer. Cuando ese puente esté lo suficientemente sólido, ahí cruzalo. No te vayas a Hollywood a hacer una película sólo porque alguien te prometió esto o aquello. Sos una estrella en SNL. Eso no significa automáticamente que vas a ser una estrella en todo lo que toques.
-¿Va a retirarse?
-Voy a seguir haciendo SNL mientras todavía sienta que pueda, pero me apoyo en mucha gente, siempre lo he hecho. Si tuviera que elegir a una persona como sucesora, fácilmente podría ser Tina Fey porque es brillante y extraordinaria en todo lo que hace y además es una persona muy importante en mi vida.