Aerolíneas Argentinas, aplaudida por trasladar las primeras vacunas, insumos médicos y argentinos varados en el exterior durante la pandemia del Covid-19, es blanco de críticas libertarias y una de las cabezas de la lista de privatizaciones que quiere llevar a cabo el presidente electo Javier Milei. Privatizada en 1990 y reestatizada en el 2008, la aerolínea de bandera cumple un rol crucial para la conectividad de un país federal con un impacto en el desarrollo económico local. 

Pero más allá de su rol social como empresa pública, logró en estos últimos años avances significativos en sus números financieros, que desmienten la idea de ser una "carga" constante para el Estado. Los resultados de 2023 muestran una recuperación en el camino hacia la autosuficiencia, reforzando su rol estratégico.

Conectividad y Cobertura

La aerolínea opera 42 rutas federales y llega específicamente a 18 ciudades donde ninguna otra aerolínea llega: Bahía Blanca, Río Gallegos, Esquel, Viedma, Santa Rosa, Santa Fe Capital, Rosario, Formosa Capital, La Rioja Capital, San Fernando del Valle de Catamarca, San Luis Capital, Merlo, San Rafael, Santiago del Estero Capital, Paraná, Resistencia, Río Cuarto y Río Grande. Esto refuerza su rol estratégico en la conectividad nacional, especialmente en zonas donde las aerolíneas privadas no operan.

"Hay un concepto en la gestión pública que es la costo-efectividad. Lo que tenemos que buscar es eso, que Aerolíneas sea de excelencia, que sea las más productiva de todas pero no necesariamente la más rentable. Porque a lo mejor es necesario mantener vuelos que no se ocupen del todo, pero lo tengo que mantener conectados para generar todos los efectos multiplicadores que tiene el transporte aéreo", aseguró en una reciente entrevista Pablo Ceriani, ex presidente de Aerolíneas.

Si el gobierno pretende vender Aerolíneas Argentinas, "¿Cuál es el plan para conectar el país con otras aerolíneas? ¿qué otra empresa hará la compensación cruzada de rentabilidad/costo que hace AA?" se pregunta el economista Hernán Letcher, y responde que "el gobierno no tiene respuesta. Peor aún, la administración actual de la compañía ya empezó con este proceso", y señala que la actual administración ya ha comenzado a desmantelar rutas clave, como el Corredor Atlántico, que se interrumpirá a partir del 1 de octubre de 2023.

Situación financiera: déficit y subsidios

Uno de los puntos más controvertidos sobre Aerolíneas es su situación financiera. Según Hernán Letcher, "tras la crisis ocasionada por el COVID, que provocó la desaparición de 64 aerolíneas en todo el mundo, Aerolíneas Argentinas redujo significativamente su déficit operativo, así como los aportes del Tesoro Nacional". El déficit pasó de -654 millones de dólares en 2020 a -247 millones en 2022 y -48 millones en el primer semestre de 2023, con una proyección positiva de 32 millones para fin de año.

Letcher también afirma que, contrariamente a lo que se dice, en 2023 Aerolíneas no recibió transferencias del Estado. Aunque se devengaron 40.500 millones de pesos, esos fondos no fueron efectivamente pagados. Para 2024, se proyecta que se devengarán 58.733 millones de pesos, destinados a un plan de reducción de personal y no a cubrir el déficit operativo.

Pasajeros

Uno de los argumentos esgrimidos para privatizar Aerolíneas indica que es una empresa no elegida por los usuarios. Así figura en el proyecto de ley del PRO: “Según los informes de la Dirección de Estudios de Mercado y Estadísticas dependiente de la Dirección Nacional de Transporte Aéreo de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Aerolíneas Argentinas no es la aerolínea de preferencia para viajes de cabotaje quedando por debajo de Flybondi, JetSMART y otras aerolíneas.” 

Los datos, sin embargo, indican que Aerolíneas alcanzó un récord de pasajeros transportados en 2023, llegando a los 14.052.500 ( 7 por ciento más que en 2019).  Constituye el 60 por ciento del mercado doméstico y el 24 por ciento de vuelos internacionales en transporte de pasajeros (dato agosto 2024).