“Un amigo me contó que con 40 mil pesos se hizo 500 mil, pero los perdió después”, dice Thiago de Tandil a sus 17 años. “Escucho como todos los días mis compañeros mencionan el tema con entusiasmo como si fuese algo que los emocionara y cuando pierden no paran de protestar”, cuenta Alí de Chivilcoy, también con 17 años. “Sigo a una influencer que contó que varias empresas de casino online le ofrecen canjes por mentirle a la gente y decir que ella apuesta y le va re bien”, relata Antonella, con 24 años, desde Mar del Plata. “El papá de un amigo perdió todos sus ahorros para las vacaciones en el casino online en un día”, señala Lourdes desde Morón, con 22 años.

Los testimonios reflejan una realidad sobre las apuestas online en la provincia de Buenos Aires: el 44 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 29 años apuesta o apostó alguna vez en aplicaciones virtuales. Las palabras y los datos se leen en el informe "Apostar no es un juego, elaborado por el equipo de la diputada nacional chivilcoyense de Unión por la Patria, Constanza Alonso.

“Lo más crudo es ver las edades de los pibes que están metidos hasta el cuello o que cuentan que sus amigos que se violentan”, subraya la legisladora bonaerense en diálogo con Buenos Aires/12. Y añade: “Cuando se pone edad y voz a una historia le da humanidad al tema”.

Alonso describe un trabaja que se realizó a nivel nacional entre los meses de mayo y julio. Se hicieron 9.768 encuestas en las 23 provincias y la Capital Federal, de las cuales 7.810 se convirtieron en la efectiva base de datos del estudio. De este total, 2.553 son de la provincia de Buenos Aires, tanto del conurbano como del interior bonaerense.

A través de una encuesta con 40 preguntas, se obtuvieron datos alarmantes en la Provincia. El índice de que 4 de cada 10 afirman apostar o haber apostado, se complementa con que los apostadores que reciben plata de sus padres mensualmente para vivir, se gastan dos tercios de ese dinero en plataformas de juego online.

El 25 por ciento de los jóvenes encuestados del conurbano asegura apostar actualmente, mientras que en el interior ese porcentaje es de 13. Si bien hay un 55 por ciento del total que afirma no haber apostado, el 98,6 por ciento de los bonaerenses encuestados afirma que escuchó sobre las apuestas online. Además, el 81 por ciento remarca que conoce gente que apuesta.

 Constanza Alonso, diputada nacional. 

Datos para una estrategia

“Hoy el tema está en boga, entonces hay que encarar estrategias de abordaje y por eso es importante tener datas, porque si no es todo humo”, subraya Alonso. Celebra que haya 27 proyectos de ley presentados en el Congreso de la Nación vinculados a esta problemática y que provenga de casi todas las fuerzas políticas. “La única que no presentó uno fue La Libertad Avanza”, resalta.

La diputada explica que, a fines de 2023, se encontraron con el tema sobre la mesa a partir del relato de los docentes de Chivilcoy, tanto de instituciones públicas como privadas. A partir de ahí, comenzaron a hablar con jóvenes y vieron que las apuestas eran una situación naturalizada entre los chicos y chicas en las escuelas. Pero advierte que, en el momento en que decidió adentrarse en el tema para desarrollar soluciones, “aún no había datos”.

El número más sólido al que arribaron Alonso y su equipo fue el del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, que señala que el 30 por ciento de la población tiene alguna vinculación con las apuestas en la Argentina y 7 de cada 100 personas son consideradas adictas. “Nuestra hipótesis, a partir de lo que escuchábamos, era que en los pibes la situación era peor, y se comprobó”, remarca la diputada, que integra La Cámpora.

Entonces, apunta, se decidió encarar el estudio en el marco del proyecto de investigación "Apostar no es un juego". A la cabeza del trabajo está Martín Romeo, docente del área de comunicación y en técnicas de investigación. Comenzaron en Chivilcoy Luego recibieron consultas de universidades, ONGs y diversas instituciones que trabajan con jóvenes. Así, la encuesta logró alcanzar a más de 360 municipios de todo el país.

Para Alonso hay un claro “clima de época” de características globales. Pero en la Argentina, indica, se profundiza el conflicto por el combo de una situación económica, social y cultural “compleja”. “Hay una pérdida de fe de los pibes, con una disociación entre el esfuerzo y el éxito, porque ven que estudian y trabajan pero no les alcanza para alquilar un departamento”, analiza la legisladora.

Desde su mirada, hay una “ruptura del ideario peronista de la movilidad ascendente” que lleva a los jóvenes a optar, por ejemplo, por hacer un curso de 900 dólares para aprender a invertir en criptomonedas “y hacerse millonario en tres días”. Alonso advierte que “hay vivos que ven cómo aprovechar el momento y hacen plata”. Por eso, repite en más de una ocasión durante la charla, no hay que perder de vista que los chicos y chicas son el grupo más vulnerable que puede “caer preso de un discurso que tiene poco que ver con la realidad”.

La diputada bonaerense señala otros de los agravantes que, en entrevistas anteriores con este medio, también puso sobre la mesa el titular de Lotería de la Provincia, Gonzalo Atanasof: el 80 por ciento de los sitios de apuestas online son ilegales. Ante ello, Alonso pide que el Gobierno nacional acreciente sus esfuerzos para limitar el arribo de estas plataformas que, usualmente, provienen del exterior.

Desde su banca, a principios de año impulsó un proyecto que apunta a limitar la publicidad de sitios de apuestas por considerar que son uno de los mecanismos “más agresivos” que tiene el juego para penetrar en la juventud. Además, hace hincapié en que las páginas que atraen apostadores a través del deporte son una “puerta de entrada” muy amplia para los chicos y chicas. Por eso, indica, hay que rever la voracidad publicitaria de estos sitios en, por ejemplo, las camisetas de los principales equipos de fútbol en el país.

Sobre este último eje, hay un dato que se desprende del informe. La mayoría de las personas entrevistadas en Buenos Aires estaría dispuesta a apoyar una campaña preventiva sobre las apuestas en línea, con un 72 por ciento de acompañamiento a la idea. Aquí, además, se destaca significativamente la voluntad de los residentes del conurbano de la Provincia, con un 82 por ciento.

Los números que preocupan

En distintas ocasiones, este medio relató el padecer de las familias y las escuelas en relación al crecimiento de las apuestas online y la profundidad de los conflictos en la vida de los jóvenes. Uno de ellos, narrado por Yésica Fernández, de Pergamino. Dijo que su hijo de 14 años “no volvió a ser el mismo” luego de las apuestas y las deudas que había adquirido.

Como menciona Alonso, las apuestas son un consumo problemático que tuvo en la docencia a los primeros que levantaron la mano e institucionalizaron un planteo. Tal es el caso del Colegio Modelo Mármol, donde su directora, Claudia Quadri, narró cómo trabajaron sobre el conflicto que transitó un grupo de alumnos a los que, incluso, los fueron a buscar a sus casas para golpearlos a raíz de las deudas que habían contraído.

Precisamente, según los datos del informe, el 15 por ciento de los encuestados en el conurbano asegura haberse endeudado producto de su vínculo con el juego. En el interior, ese universo es del 13 por ciento. Respecto a los montos que afirman haber perdido por las apuestas, en el conurbano el 22 por ciento dice que fue "bastante" y en el interior el 10 por ciento indica que fue “mucho”, con sólo cuatro opciones para responder: poco, bastante, mucho y nada.

En números concretos, de los apostadores del conurbano se desprende que el monto promedio mensual destinado al juego es de 12.074 pesos, mientras que en el interior es de 26.730. La media provincial es de casi 19 mil pesos mensuales, levemente por encima de la nacional que es de poco más de 16.700 pesos mensuales.

En relación a la apuesta más alta hecha por los jóvenes, la diferencia entre el conurbano y el interior también es muy alta: 12.041 pesos en promedio para los primeros y de 40.558 para los segundos. Ahora bien, en ambos universos se afirma que el máximo monto que se ganó en una apuesta durante el último año oscila los 58 mil pesos, mientras que la mayor pérdida vuelve a exponer una amplia distancia entre los dos. Mientras en el interior la respuesta promedio da casi 41 mil pesos, en el conurbano pisa los 60 mil.

Por fuera de las experiencias personales, el informe también recopiló datos sobre experiencias ajenas que los jóvenes aseguran conocer y que, de alguna manera, tientan el ingreso al circuito del juego. Ante la consulta acerca de cuál es el máximo monto que un amigo o allegado ganó en una apuesta, el promedio de las respuestas en la Provincia pisa los 220 mil pesos, mientras que el máximo que se perdió apenas supera los 114 mil.

En este punto, el informe cita el testimonio de Agustín de 18 años: “Cuando los chicos pierden no lo cuenta por vergüenza, y de ahí es que parece que ganan mucho; sólo se habla de lo que se gana”. 

El psicólogo Agustín Dellepiane, especialista en la problemática, se refiere al “sesgo de confirmación que lleva al apostador sólo a ver y contar las veces que gana, las cosas que logró con ese dinero, a la vez se registra un falocentrismo de ver quién ganó más”.

El trabajo desarrollado por Alonso también cita a Lucía Fainboim, de la consultora Bienestar Digital, quien conversó con este medio semanas atrás y participó de una actividad reciente sobre la problemática junto a Facundo Manes organizada por la Universidad Nacional Guillermo Brown y el municipio gobernado por Mariano Cascallares. La especialista remarca que los adolescentes están cada vez más expuestos a las apuestas online debido al uso masivo del celular, que puede convertirse en "un casino en sus manos".

Los chicos y chicas dicen tener una amplia voluntad de colaborar en las soluciones. El 40 por ciento considera que debe haber controles más estrictos para ingresar a los sitios de apuestas online y el 31,7 señala que debe haber talleres y charlas informativas en escuelas y clubes.  

Tras esas dos respuestas, se ubicaron otras propuestas. El 31,6 por ciento hace hincapié en restringir las publicidades de apuestas dirigidas a los jóvenes, el 30 remarca que debe haber campañas de concientización en redes sociales y medios de comunicación, y más del 27 por ciento indica que se debe prohibir el uso de influencers o famosos para publicitar sitios de apuestas.