El próximo viernes llegará a Netflix She’s Gotta Have It, primera ¿serie? de Spike Lee para la plataforma on demand. “Desde el comienzo le dije a todo el mundo en el set esto: tienen que estar alineados conmigo. Estamos haciendo una película. No piensen en televisión, no piensen en cable, estamos haciendo un largometraje, de esta manera enmarqué y compuse todo”, le dijo a Indie Wire el creador de Do the right thing. Se trata del segundo proyecto original del director para este servicio tras Rodney King, un monólogo experimental en el que retrató a Guenveur Smith, uno de sus actores fetiche, con un unipersonal sobre la brutalidad policial. En esta entrega de diez episodios, el realizador vuelve a las fuentes con una remake seriada del que fuera su debut en el cine hacia 1986.
Es, entonces, una versión actualizada acerca del transcurrir de Nola Darling, una insaciable y liberal artista de BroARROBAlyn. La mujer vive su adultez entre sus amigos, su trabajo y sus tres amantes: Greer Childs, el modelo refinado; Jamie Overstreet, el inversionista protector, y Mars Blackmon, el chico del hip-hop que la hace reír. “Vivo la pansexualidad. La monogamia nunca fue ni una remota posibilidad”, dice como carta de presentación el personaje interpretado por DeWanda Wise. Lo que la aleja de ser una Carrie Bradshaw afroamericana es el filtro de Spike Lee y su equipo. Los objetivos parecen ser los de celebrar la feminidad (en el equipo creativo están Eisa Davis, Radha Blank y Tonya Lewis) y hacer un retrato de la Nueva York actual. “No queríamos que hubiera una mirada masculina predominante”, apuntó el realizador.