A 125 años del nacimiento de quien en mi infancia llamábamos Georgie, ante nuevos libros estupendos y homenajes varios, se agolpan los recuerdos. Y se imponen unas palabras suyas que convendría reproducir hasta en las paredes de nuestro país hoy tan castigado:
"Es de curiosa observación que los militares, que abolieron el Código Civil y prefirieron el secuestro, la tortura y la ejecución clandestin