Desde Roma
Tres temas importantes, para los católicos y el mundo, cerraron este domingo el viaje número 46 al exterior de Papa Francisco, a Luxemburgo y Bélgica, que comenzó el 26 de setiembre. En la misa y el Angelus que celebró en el Estadio Rey Balduino de Bruselas antes de volver a Roma, Francisco insistió una vez más en su ”dolor y preocupación” por la “intensificación y ampliación del conflicto en Líbano” pidiendo que cese el fuego. Pero también condenó de nuevo los abusos sexuales en la Iglesia, pidiendo que los abusadores “sean procesados y no cubiertos” y recordó que losla acogida de los migrantes, no siempre bienvenidos en Europa.