El aumento exponencial de la pobreza, la indigencia y por lo tanto de la exclusión social está además acompañado por los mensajes que difunden gran parte de los medios masivos de comunicación.

En efecto, la exclusión social no sólo implica la carencia de capital material sino también de un capital simbólico que permita poner en cuestión la esencia del capitalismo, sus mecanismos y dispositivos de dominación, explotación y expoliación.

Un diario matutino de la región litoral enuncia como titular en tapa que aumentó en la zona centro de Rosario un 40% el número de cartoneros, en la bajada de la noticia señala: "cada vez son más los hombres ociosos que solicitan una carreta".

La enunciación inicial que muestra la degradación acelerada de las condiciones de vida de un alto porcentaje de población con cifras de pobreza cercanas al 50% y la indigencia en más del 40% y el diario califica de ociosos a los hombres desempleados dispuestos aún a la "tracción sangre" para obtener aunque sea un magro sustento para sobrevivir cada día.

En esta etapa del capitalismo en su faz neoliberal en la que persisten mecanismos de lo que Michel Foucault denominaba sociedad disciplinaria de vigilancia y castigo y Gilles Deleuze sociedades de control se ha impuesto la ideología de un individualismo cerril que crea "protesis digitales".

Estos artefactos están, según lo explica el filósofo Eric Sadin, para lo que sería la obturación de las acciones colectivas de resistencia. Algo así como "la muerte de lo común, la atomización creciente de la sociedad y de la violencia". Esto sería el ascenso de un populismo de ultraderecha que emerge en diversos países del mundo alentado por el individualismo que engendra y la proliferación de las redes sociales.

E.Sadin en su libro La era del individuo tirano explicita "el advenimiento de de una condición civilizatoria inédita que se caracteriza por la progresiva abolición de todo cimiento común para dejar lugar a un mundo con predominio egocentrista".

Plataformas digitales como Twitter e Instagram darían lugar a un paradójico "narcisismo de masas".

Frente a este sombrío panorama, nos corresponde generar nuevas estrategias de lucha y resistencia colectiva y emancipatoria.

Carlos A. Solero