Un equipo de investigación del CONICET confirmó, a través de estudios espectroscópicos, químicos, artísticos e históricos que una obra conservada en un museo de La Plata pertenece a Tintoretto, alias del artista Jacopo Comin.

Tintoretto fue el gran representante de la escuela veneciana durante el manierismo. Es considerado unánimemente el precursor del arte barroco. Era hijo de un tintorero y de ahí le viene el apodo, que significa pequeño tintorero. Empezó a pintar de muy pequeño. Solía pintar las paredes del establecimiento de su padre. A los 16 años él lo llevó a un taller, en dónde tuvo como maestro a Tiziano, de quién aprendió el uso del color. Vivió muchos años en la miseria, pero siempre siguió fiel a su pasión. De Miguel Ángel, otro de sus ídolos, aprendió sobre anatomía. Además solía practicar con los cadáveres de las escuelas de medicina. Pintaba escenas religiosas y mitológicas. No había salido nunca de Venecia. De él también se dice que era luthier e ingeniero, inventaba artilugios excéntricos y tocaba el laúd. Murió a sus 75 años, dejando más de trescientas obras, una de ellas recientemente hallada en nuestro país.

El cuadro está en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, ubicado en La Plata, y es el retrato del militar veneciano Melchior Michael, quien vivió en el siglo XVI. La autoría había sido cuestionada desde su llegada al museo.

Fue una donación realizada en 1932, por Sara Wilkinson de Santamarina y Marsengo. Durante sus viajes por Europa, había adquirido numerosas obras de arte, entre las que se encontraban, además de este retrato, otras pinturas de artistas de renombre, como el español Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) y el escocés Henry Raeburn (1756-1823), entre otros. El arribo de esa colección al puerto de Buenos Aires está documentado con fecha del 27 de octubre de 1932 y la donación de un total de seis piezas se hizo efectiva un mes después, el 28 de noviembre.

Fue el propio Emilio Pettoruti, por entonces director del Museo que hoy lleva su nombre, quien puso en duda específicamente las autorías de Goya y Tintoretto, por considerar que la calidad de las obras que se les atribuían estaba por debajo del estilo de esos artistas. En su autobiografía, publicada tiempo después, las tildaría como “dos cuadros mediocres” que “no se expondrán jamás”.

Las pinturas finalmente fueron catalogadas como “pertenecientes a las escuelas” de esos autores y guardadas en el depósito del museo. Más allá de algún intento de volver a revisar su valor, lo que siempre chocó con la resistencia de Pettoruti, la atribuida a Goya jamás se exhibió y la de Tintoretto, que es la pintura más antigua del acervo, apenas fue incorporada en algunos catálogos y expuesta como rareza o como ejemplo de retrato histórico, y sometida a algunas restauraciones.

Fue recién en 2022, por iniciativa del director del museo, que se decidió poner en valor el acervo pictórico. Para eso se solicitó la ayuda del Conicet La Plata y junto con la ayuda del organismo científico y el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires comenzó la investigación. El equipo del Centro de Química Inorgánica Pedro J. Aymonino (Cequinor, Conicet-UNLP-asociado a Cicpba) también comenzó a trabajar específicamente en conseguir la evidencia científica que corroborara la autoría de Tintoretto.

Se tomaron micromuestras de regiones dañadas y no visibles del paño de la obra y se sometieron a un exhaustivo análisis, mediante técnicas Raman y FTIR-ATR–químico que permitió determinar qué tipo de pigmentos se utilizaron para su elaboración: cinabrio, blanco de plomo, calcita, yeso y negro de humo, entre otros. Además, se detectó un barniz que, se sabe, se encuentra presente en otras obras de Tintoretto. A esa información obtenida en el laboratorio, se le agregaron datos históricos acerca del comercio de pigmentos de Venecia y las zonas cercanas al Mediterráneo, los costos y disponibilidad que había de los pigmentos hallados en esa zona costera en el siglo XVI, con el objetivo de determinar con certeza si efectivamente provenía de Venecia. El diseño artístico de la obra también fue tenido en cuenta, especialmente gracias a la determinación realizada mediante rayos X en una clínica de La Plata que permitió encontrar una figura ahora ausente en un retoque llevado a cabo tiempo atrás. Asimismo, se revisó evidencia histórica sobre el pasado del cuadro antes de ser adquirido por la donante argentina y comenzar su recorrido hacia La Plata, y pudo confirmarse que fue expuesto en 1894 en la Gran Exposición de Arte Veneciano de Londres; que luego formó parte de una colección subastada en Bruselas, Bélgica, en 1904; y que fue comentado públicamente por renombrados historiadores del arte. Además, se consiguió documentar que Tintoretto y Melchior Michael tuvieron una relación estrecha y que el taller del pintor recibió al menos dos veces la tarea de pintar al militar durante sus años de actividad. Los resultados de laboratorio presentados, sumados a la información recopilada tanto en materia histórica como en el plano artístico, apoyan firmemente la reatribución de la pintura a Tintoretto.

“Este proyecto contó con el aliento permanente del gobierno de la provincia de Buenos Aires, a través del gobernador Axel Kicillof, y del MPBA.Se trata de un estudio que da un nuevo impulso a la puesta en valor del acervo del museo, y de una contribución más a las muchas dimensiones de esplendor con las que cuenta la ciudad de La Plata”, destacan desde el equipo de investigación.