Desde Roma

A cincuenta años del asesinato del abogado Silvio Frondizi por la Triple AAA (Alianza Anticomunista Argentina) en Buenos Aires, y cuando en Argentina se intenta ahora mandar al olvido los crímenes políticos de la época, Italia recordó a este prestigioso profesor universitario en una ceremonia realizada el viernes en la ciudad de Roma. Organizada por ANPI (Asociación Nacional Partisanos de Italia) y el Municipio III de Roma, el encuentro fue titulado “Hombre nuevo”, dado que Frondizi había fundado una revista cuyo título era “Nuevo Hombre”. Del encuentro participaron el hijo de Silvio, Julio Frondizi, el nieto y profesor universitario Rocco Frondizi, el ex diplomático italiano Enrico Calamai, el historiador italiano Vito Ruggero y la periodista italo-argentina Dora Salas, además del guitarrista Angelo Colone que tocó varias piezas argentinas y latinoamericanas.

“Para mi y para mi familia -comentó Julio Frondizi a Página/12- actos como este significan tener presente su Memoria de profesor universitario, de escritor y defensor de los Derechos Humanos. Su primera defensa, en los años 30, fue de su hermano Arturo, quien años mas tarde fue Presidente de la Nación. Es importante sobre todo en este momento que en Argentina hay un negacionismo sobre la tragedia de estos crímenes, de los 30 mil desaparecidos y de los niños robados”.

Julio escapó a Italia después del asesinato de su padre, el 27 de septiembre de 1974, y de su cuñado Luis Mendiburu, muerto en esa ocasión. “El viejo, como nosotros lo llamábamos era un intelectual marxista, yo era peronista, mi madre una católica practicante. Pero éramos una familia democrática”, recordó Julio.

El ex cónsul italiano en Argentina, Enrico Calamai, que no conoció personalmente a Silvio Frondizi pero estaba ya en el consulado de Buenos Aires cuando el hecho ocurrió, recordó que la prensa hablaba de abogados muertos y muchos otros que defendían los Derechos Humanos. Para Calamai, que ayudó a escapar a varios cientos de personas de las dictaduras de Chile y de Argentina, “fue un período extremadamente oscuro de la historia argentina en el cual la violencia despiadada era usada para aplastar el pedido de democracia, de justicia social”. “Silvio Frondizi, como abogado que era, sostuvo el derecho hasta sacrificar por eso la propria vida. Recordarlo es una lección de vida, de luz, en estos años oscuros que el mundo entero está atravesando y en particular, que la Argentina está viviendo”, declaró a Página/12.

Calami, es conocido como “el Schindler de Buenos Aires” en alusión al industrial alemán Oskar Schindler que salvó más de mil judíos evitando que los mandaran a los campos de concentración. Argentina “tiene ahora un sistema neoliberal feroz, despiadado, que recuerda mucho al sistema impuestos por los militares después del golpe del 24 de marzo de 1976 -añadió-. En analogía con la mentalidad de esos años, se quiere negar de nuevo el derecho a una vida más justa e igual para todos. Pero además se quiere negar la claridad mental difundida por el recuerdo de los valores que fueron aplastados en esa época. Recordar a Silvio Frondizi quiere decir aclarar al pueblo argentino que no siempre se ha estado así como viven hoy. Que el derecho está hecho para defender a los débiles de la arrogancia de los opresores”. “Creo que es necesario reencontrar la fuerza para recordar, recordar la violencia extrema a la que fue expuesto el pueblo argentino por el golpe militar y tener la fuerza para resistir, intelectualmente, éticamente y con la memoria. Como dicen las Madres de Plaza de Mayo: Verdad, Memoria y Justicia”, concluyó Calamai.

Otros participantes

Rocco Frondizi, docente universitario, nieto de Silvio e hijo de Julio, que nació en Italia, recordó que ellos provienen de una familia de inmigrantes italianos que a fines del 1800 fueron a vivir a Argentina. “Soy la cuarta generación de los Frondizi. Pero seré siempre la memoria de lo que mi abuelo hizo. La lucha de mi abuelo no fue una lucha armada con fusiles sino con libros”, dijo.

La periodista y escritora Dora Salas, de su parte, que también se vio obligada a escapar de la Argentina durante la dictadura, hizo un balance de los abogados que fueron asesinados o encarcelados y torturados en esos años porque defendían los derechos de los presos políticos. Los abogados habían fundado “La Gremial de Abogados”. Entre ellos, además de Silvio Frondizi, recordó a Rodolfo Ortega Peña, Román Torres Molina que estuvo 10 años en la cárcel pero todavía vive, y a Hipólito Solari Irigoyen. “Muchos otros de ellos terminaron en el exilio”, concluyó Salas.

El profesor Vito Ruggero hizo una síntesis histórica de lo que ocurrió en los años 60-70 en la Argentina presentando el contexto en el que sucedían las persecuciones.