Este comentario debe leerse en tono argentino e imaginar, mientras tanto, que en el fondo tocan mariachis. Suenan trompetas para Sieteleguas, El rey, La cucaracha o Adelita. Y alguien dice, mezcal en mano: “Es increíble. Cambia la presidencia en uno de los dos países más poderosos de América latina, segunda economía después de Brasil y el Gobierno argentino no manda a nadie”. Otro agrega: “Son un papelón”.