Los genocidas que están presos en la Unidad 34 de Campo de Mayo gozan de un sinfín de privilegios. Entre ellos tener y manejar una cuenta de X en la que se hacen llamar los “Muertos Vivos”. Desde esa plataforma lanzaron una intimidación a la periodista de Página/12 Luciana Bertoia, que dio a conocer su existencia como grupo que hace lobby para conseguir su impunidad. Hubo expresiones de solidaridad de periodistas, organizaciones políticas, sindicales y de derechos humanos.

Este lunes, la cuenta de X de de los “Muertos Vivos” publicó un mensaje que da cuenta del clima habilitado por el gobierno de Javier Milei y Victoria Villarruel. "Estimada Luciana, gracias por hacer conocer nuestras preocupaciones. Estaremos gustosos de recibirla y compartir una conversación productiva y desapasionada sobre los acontecimientos que usted regularmente publica. La esperamos en nuestro horario de visitas. Desde ya apreciamos su trabajo que nos ayuda a difundir nuestra causa. Le adjuntamos nuevamente nuestras vías de comunicación. Atentamente, Los Muertos Vivos”, escribieron.

La respuesta de la periodista de Página/12 no se hizo esperar: "Acepto con gusto la invitación si pueden aportar información sobre qué hicieron con los desaparecidos y con los bebés apropiados”. No hubo más contestaciones por parte de los presos por crímenes de lesa humanidad.

“Comparto con preocupación la carta que recibió la periodista de Página/12 Luciana Bertoia por parte de genocidas presos en Campo de Mayo por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar. Luciana es una gran profesional especializada en Justicia y DDHH que se dedica a informar sobre los juicios vinculados a la memoria, verdad y la justicia. No podemos permitir que los peores criminales del país traten de intimidarla con estos turbios mensajes”, escribió el periodista Víctor Hugo Morales en su cuenta de X.

“¿Quieren hablar? Dejen de provocar y hablen”, dijo desde la misma plataforma la diputada nacional Cecilia Moreau, de Unión por la Patria (UxP). “Rompan el pacto de silencio que todos los días renueva en las víctimas el dolor de los crímenes de lesa humanidad que cometieron amparados por una dictadura genocida. Digan qué hicieron con los cuerpos de los detenidos-desaparecidos, dónde están los bebés (hoy adultos) apropiados, y qué complicidades civiles tuvieron para llevar adelante el plan sistemático de exterminio. Por más amedrentamientos, de este lado no van a encontrar nunca el silencio cobarde al cual decidieron recurrir. Luciana es un ejemplo claro de eso”, concluyó Moreau.

“Amenazan a una periodista por investigar… También por cosas como estas decimos que el único lugar para los genocidas es la cárcel común”, se sumó la diputada Paula Penacca. “Es urgente avanzar en la investigación para determinar las sanciones a los diputados de LLA que se reunieron para tramitar su libertad”, reclamó.

Hubo expresiones de solidaridad por parte de Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, Palotinos por la Memoria, la Verdad y la Justicia, así como de distintos referentes del movimiento de derechos humanos. “Mi solidaridad con la periodista Luciana Bertoia ante esta reprobable intimidación. Siempre seguiremos preguntando qué hicieron con los desaparecidos. Memoria, Verdad y Justicia”, escribió Emilce Moler, sobreviviente de La Noche de los Lápices.

Este diario dio a conocer el 2 de septiembre pasado que los genocidas presos en Campo de Mayo se habían organizado y que se hacían llamar “Muertos Vivos”. Entre quienes han firmado textos de este colectivo de criminales de lesa humanidad se encuentran Christian Federico Von Wernich (excapellán de la Bonaerense), Mario Sandoval (exintegrante de la Policía Federal condenado a quince años de prisión por el secuestro de Hernán Abriata), Emilio Morello (condenado a perpetua por su actuación en el RIM6 de Mercedes y exdiputado del MODIN), Carlos “Indio” Castillo (condenado a perpetua por los crímenes de la CNU en La Plata), Eduardo “Curro” Ramos (represor de Santa Fe condenado a perpetua), Gonzalo “Chispa” Sánchez (represor de la Escuela de Mecánica de la Armada –ESMA– que fue extraditado desde Brasil), Ernesto Etchart (represor de Bahía Blanca que estuvo prófugo hasta 2022), Arnoldo “Chubi” López (represor de La Perla de Córdoba, condenado a prisión perpetua), Juan Daniel Amelong (represor condenado a perpetua que hasta aportó una propiedad de su familia, La Intermedia, para que se usara como centro clandestino de detención), Fernando Otero (CNU de Mar del Plata) y Jorge Blanco, un integrante de la Policía Federal Argentina (PFA) condenado a prisión perpetua por operativos hechos en La Plata en 1977.

El grupo de los “Muertos Vivos” se puso en funcionamiento en julio de este año, contemporáneamente con la visita de seis diputados oficialistas al otro penal donde se alojan genocidas, el de Ezeiza. Este domingo, este diario publicó que habían mantenido un encuentro con generales para renovar su reclamo de salir de la cárcel.