PáginaI12 En Chile
Desde Santiago
Las arengas triunfalistas de los ocho candidatos a la presidencia de Chile que se midieron ayer en las urnas, fue la tónica que marcó su paso por los locales escrutadores ayer por la mañana. Si bien todos miraban de reojo el número de votantes que se movilizó para sufragar, reconociendo el miedo a la abstención, los ojos estaban puestos en Alejandro Guillier, la carta del oficialismo y principal aspirante de la centroizquierda, en Sebastián Piñera, el multimillonario empresario de derecha y candidato de Chile Vamos y lo que pudiera hacer Beatriz Sánchez, la opción del Frente Amplio que corría tercera en los sondeos. Los dos primeros llegaron a la contienda muy por arriba de sus principales perseguidores, pero con una gran diferencia porcentual en intención de votos entre ambos.
Tanto Piñera, quien ya gobernó Chile entre 2010 y 2014 marcaba entre un 40 y 45 por ciento en las encuestas y Guillier, actual senador por Antofagasta que arañaba el 20 por ciento, tenían claro que serían los protagonistas de la jornada. Y así fue.
Al cierre de esta edición y con 90 por ciento de las mesas escrutadas, el candidato Piñera y Guillier obtenían el primer y segundo lugar de la elección convirtiéndose en los próximos protagonistas de la segunda vuelta del 17 de diciembre –36,6 por ciento para el ex presidente de Chile y 22,6% de los sufragios para el senador.
Cerca de este último se instaló Sánchez que a las 22 horas local (igual que Argentina), marcaba el 20,3 por ciento y más atrás el candidato de la extrema derecha, José Antonio Kast con un 7,9 por ciento de las preferencias.
Las encuestas fallaron, por ejemplo, en la CEP de septiembre y octubre, Piñera alcanzaba 44 pr ciento, Alejandro Guillier un 20 por ciento y Beatriz Sánchez un 8,5 por ciento.
El resultado de la periodista y candidata del Frente Amplio, es uno de los más sorpresivos de la jornada y le entrega un gran respaldo para negociar con Guillier el apoyo en el ballottage.
En ese sentido, Alejandro Guillier deberá levantar puentes sólidos con los otros aspirantes que quedaron en el camino como Marco Enríquez-Ominami (PRO), Carolina Goic (DC), entre otros para lograr derrotar a Piñera en diciembre.
Piñera, por su parte, acudió a sufragar en medio de una gran desorden, al mismo tiempo en que su comando era tomado por estudiantes que protestaban. Lo hizo junto a su esposa, Cecilia Morel, una de sus nietas y diversos candidatos al Congreso de su sector.
A la hora de votar, Piñera tuvo un inconveniente y no pudo poner el sello a su papeleta por lo cual tuvo que repetir la operación fuera de la urna secreta.
“Hoy día los chilenos vamos a tomar una decisión que va a afectar nuestras vidas por muchas décadas, vamos a elegir los caminos que queremos recorrer y los tiempos que queremos vivir. Y yo, porque conozco muy bien a mis compatriotas, sé que vamos a elegir los caminos correctos, aquéllos que conducen a tiempos mejores”, haciendo alusión a uno de sus eslóganes de campaña.
Conocido los resultados, el comando de Piñera celebró, pero con una gran preocupación sobre sus cabezas. El porcentaje obtenido por el empresario estuvo muy lejos del 45 por ciento esperado y a apenas un 15 por ciento de Guillier, lo que no les asegura un triunfo en segunda vuelta. Muchos no quisieron reconocer que esperaban un triunfo al primer sorbo.
“Con mucha humildad y esperanza recibimos la voluntad de los chilenos, se han expresado como corresponde en un país libre como Chile, estamos contentos hemos logrado un gran resultado electoral, hemos abierto las puertas que nos conducirán a los tiempos mejores. Recibimos estos resultados con gratitud humildad y esperanza, esto es muy parecido a lo ocurrido en 2009 y ese año ganamos la elección y pusimos a nuestro país de pie y en marcha. Hemos ganado en todas las regiones de Chile”, dijo Piñera al reconocer los números.
En la otra vereda, Guillier señaló ante sus seguidores que “ha quedado claro que con el progresismo de las chilenas y de los chilenos somos más, por lo tanto, ganaremos en diciembre”.
A su turno Marco Enríquez Ominami ( 5,7 por ciento), dijo “no es mi momento, este es el momento se Alejandro Guiller”, dejando claro que apoyará al candidato oficialista en lo que viene.
Goic, por su parte, tras reconocer la derrota en esta primera vuelta -obtuvo un 5,8 por ciento de los votos- aclaró que respetará la decisión que tomen sus acólitos con respecto a su apoyo en la segunda vuelta en el camino a La Moneda. Por otro lado, aseguró enfática que “el de hoy (por ayer) es un mal resultado, pero hemos levantado una bandera que me parece imprescindible pensando en la buena política”. Felicitó a Alejandro Guillier por su paso eleccionario para el 17 de diciembre y a Beatriz Sánchez por la alta votación obtenida.
En un mes se enfrentarán los representantes de los dos bloques más potentes en Chile, lo que indica que las cosas seguirán parecidas a como están, de ganar cualquiera de los dos.