Con tristeza y dolor, familiares y vecinxs del barrio de ARA San Juan, velaron y sepultaron a Ayelén Guadalupe Magalí Guantay (25) y a su padre, Juan Carlos Guantay (62), víctimas del femicida Rodrigo "Chino" Morales, quien se suicidó tras cometer el doble crimen. 

El comisario Gustavo Gerardi reveló que la joven había pedido intervención policial un día antes, porque su pareja estaba "causando desorden" en el domicilio, pero cuando llegaron los policías el agresor había huido y no consideraron otra intervención. 

Con este doble asesinato, son cinco las víctimas de ataques femicidas en lo que va de 2024. Ayelén fue la víctima directa de su pareja, pero el asesino también mató a su suegro que quedó "en la línea de fuego". La Corte de Justicia de la Nación denomina "femicidio vinculado", a los crímenes contra personas "que se interponen o intentan evitar un femicidio".

"Uno no se puede explicar qué es lo que pasa en la mente del tipo este, sinceramente, fue un cobarde porque él la mató a mi sobrina de espaldas y lo mató a mi primo también de espaldas", contó César, familiar de las víctimas, el dolor se ve en su rostro y se siente en su voz. Relató también que el femicida atacó a Ayelén en su casa, luego al parecer "se escondió" cuando llegó el papá de ella y lo hirió de muerte.

Fue el hermano de la joven e hijo de Juan Carlos quien los encontró cuando llegó a la vivienda. "Facundo fue a la casa, la encontró a mi sobrina, lo encontró a su papá, todavía estaba con vida. Llamó a la ambulancia. Primero llamó a la Policía", sostuvo César, quien también reprochó las demoras, "la policía, como siempre, da vueltas, la ambulancia da vueltas", dijo por la cantidad de preguntas que realizaron antes de enviar la asistencia. Además, se publicó que familiares y vecinos se quejaron por demoras de más de una hora de las autoridades.

"Desgraciadamente, el que hizo esto va a ir al mismo cementerio. Yo sé que ya no va haber justicia en esto", sostuvo el tío y primo de las víctimas. Según se indicó, el asesino huyó con su hija de ocho años después de cometer el doble asesinato, era buscado por la policía y luego se supo que lo encontraron muerto, se había suicidado. 

"Lamentablemente, en mi familia ahora están todos destruídos por lo que pasó con mi sobrina y mi primo. Estamos dando apoyo a la familia. Estamos tratando de estar tranquilos, más por mi prima (la mamá de Ayelén) porque ella sufre de presión, es diabética, y queremos darle apoyo a ella", sostuvo el familiar en una entrevista que dio a Radio Nacional Salta. 

Según indicó, Ayelén y su pareja vivían juntos. Al iniciar esa relación, la joven ya era madre de un bebé, que ahora tiene dos años de edad. El pequeño, víctima colateral del femicidio, quedó huérfano y se indicó que sus tixs maternxs asumirán su cuidado. Por otro lado, Rodrigo Morales era padre de una nena que tuvo con otra pareja.

El comisario Gustavo Gerardi precisó que el sábado por la tarde hubo un llamado de emergencia en el que pedían auxilio, cuando padre e hija fueron hallados con lesiones de gravedad; indicó que al llegar el personal policial, encontró a Juan Carlos fuera de la casa, todavía con vida y con lesiones de arma blanca, aunque falleció poco después. En el interior de la vivienda, "se encontraba sin vida su hija".

Gerardi dijo que en el llamado se les había indicado que el atacante era la pareja de la joven. "Inmediatamente, la policía se abocó a la búsqueda" del femicida y lo encontró muerto al día siguiente a una distancia de "entre 300 y 500 metros del domicilio, al pie del cerro"  

Ante estos hechos, tomaron intervención la fiscala Mónica Poma, de la Unidad de Femicidios, y el fiscal Gabriel González, de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, quienes informaron que el informe preliminar reveló que el deceso de Morales fue producto de una asfixia mecánica por ahorcamiento y que se habría producido el mismo sábado en horas de la tarde. 

La había atacado un día antes

El comisario Gerardi reveló que "el día anterior", es decir el viernes 27, Ayelén había llamado al 911 pidiendo intervención policial porque su pareja Rodrigo Morales "se encontraba dentro del domicilio causando desorden". "El personal policial también concurre ante ese llamado pero cuando arriba al domicilio él ya no se encontraba". "Tanto en este como en otros casos el personal policial recomienda a la damnificada (...) que radiquen la correspondiente denuncia pero no tenemos ese antecedente", afirmó. 

Gerardi consideró que cuando la policía acudió ese viernes al domicilio de la víctima "había cesado el motivo" por el que ella había pedido intervención. Después de recomendar la denuncia, "no había más para proceder", sostuvo. 

Vecinxs y familiares, mientras acompañaban el recorrido del coche fúnebre al cementerio, expresaron a la prensa que consideraban que este femicidio se podría haber evitado. Y al conocerse el llamado al 911 el día previo, es probable que así hubiera sido si las autoridades hubieran realizado una correcta evaluación del riesgo y de la vulnerabilidad de la víctima que se encuentra en el ciclo de la violencia de género. Se infiere que el abordaje con perspectiva de género podría haber generado medidas efectivas. 

El comisario no precisó si el personal policial consultó con una fiscalía el viernes. Salta lleva 10 años en emergencia por violencia de género y los femicidios no cesan. 

No se sabe cuánto tiempo agonizó Ayelén, ni cuanto padeció su papá. El comisario indicó que la data de muerte es parte de la investigación fiscal, lo mismo dijo ante la consulta de si el femicida tenía antecedentes. 

César, el tío y primo de las víctimas, dijo que "cree que la mamá de la hija (de Morales), le hizo una denuncia por violencia (antes)". "Pero la justicia siempre se demora, siempre llega tarde, nunca está a tiempo", añadió.