El Centro Europeo de Física de Partículas (CERN), inaugurado el 29 de septiembre en 1954, celebró este martes sus 70 años de existencia recordando sus principales descubrimientos --entre ellos, el bosón de Higgs en 2012-- pero reconociendo que aún queda mucho por investigar, ya que el 95 % del universo es todavía desconocido para la comunidad científica del planeta.
También se destacaron la puesta en marcha del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en 2009 o incluso avances indirectos pero no menos importantes que se produjeron en el mismo CERN, como la creación de la red informática mundial WWW en 1989, fundamental para el desarrollo de internet.
Meses de actos de conmemoración fueron coronados este martes con un acto institucional en el que participaron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y varios mandatarios del Viejo Continente.
"El CERN ha sido un éxito para Europa y nuestros socios globales, y nuestros fundadores estarían orgullosos de ver lo logrado en sus primeras siete décadas de vida", subrayó la directora general de la institución, Fabiola Gianotti.
Además del bosón de Higgs, se recordó el descubrimiento en el CERN de las corrientes neutrales en 1973, o de los bosones W y Z diez años después.
Los descubrimientos del CERN han tenido aplicaciones en distintos campos, incluidos la medicina, la investigación aeroespacial o las telecomunicaciones.
"Los valores que motivaron a nuestros fundadores siguen siendo las bases de nuestra organización hoy en día: la búsqueda de conocimientos y tecnologías para el beneficio de la humanidad, o la educación y formación a través de las fronteras", señaló Gianotti.
Hoy día el CERN es una auténtica "ciudad de científicos" que acoge a 17.000 trabajadores de más de un centenar de países en las afueras de Ginebra, en la frontera entre Suiza y Francia, donde también discurren los 27 kilómetros del túnel subterráneo de forma elíptica que forma el Gran Colisionador de Hadrones.
La institución europea está ahora centrada en mejorar el colisionador para multiplicar por diez los datos que puede obtener para el estudio de la física de partículas, pero también continúa sus planes para construir otro aún mayor, de unos 90 kilómetros, para sustituir al LHC hacia 2040.
Este proyecto, por ahora denominado Futuro Colisionador Circular, "podría convertirse en el instrumento más extraordinario nunca antes construido para estudiar las leyes fundamentales de la naturaleza y enfrentar muchas de las actuales preguntas fundamentales sobre el universo", subraya el CERN.