El nuevo aumento del boleto de transporte urbano de pasajeros no pasó desapercibido en la oposición. Este martes el concejal Mariano Romero compartió algunos datos donde da cuenta que Rosario pasaría a tener el boleto más caro, comparado con el Salario Mínimo Vital y Móvil, desde que hay datos medibles. El registro más bajo estaba en mayo de 2002, en plena crisis, cuando un salario mínimo compraba 267 pasajes. Ese número se quebró con el aumento de junio (249 pasajes) y el incremento anunciado este lunes por el Municipio profundiza esa situación, dejando la capacidad de compra en 226 pasajes. Desde el espacio cuestionaron la “falta de alternativas” del Municipio para que no sean los usuarios quienes paguen el ajuste del gobierno nacional en la materia. “El Municipio de Rosario no inició ninguna acción judicial contra Javier Milei por esta acción completamente arbitraria de eliminar el fondo compensador del interior”, señaló el dirigente peronista a Rosario/12.

Este lunes, la Municipalidad anunció que el precio del boleto de colectivo será de 1.200 pesos desde el próximo 14 de octubre. El último estudio de costos elaborado por el Ente de la Movilidad, correspondiente a agosto, arrojó un valor cercano a los 1500 pesos. La tarifa vigente, de 940 pesos, había quedado un 57% debajo del costo de funcionamiento. El anuncio se hizo sobre el filo de la campana. Es que el intendente tiene la potestad para anunciar aumentos en los meses pares. Cuando todo indicaba que el incremento se postergaría para noviembre, finalmente se oficializó el anuncio, que sorprendió a algunos dirigentes de la oposición.

“Nosotros estábamos haciendo cálculos de que el próximo aumento recién iba a poder ser en noviembre, porque el Municipio puede aumentar en los meses impares. El miércoles pasado tuvimos reunión de la comisión de seguimiento de transporte donde tanto el secretario general de la Municipalidad, Rogelio Biazzi, como la secretaria de Movilidad, Nerina Manganelli, planteaban que no iba a haber aumento. Entonces, la verdad que estamos un poco sorprendidos por el anuncio”, reconoció Romero, en declaraciones a este medio.

En ese marco, el concejal apuntó que con el nuevo aumento Rosario pasará a tener “el boleto más caro de la historia” en función de la cantidad de pasajes que puede comprar un Salario Mínimo Vital y Móvil. “Nunca se pudo comprar tan pocos pasajes”, simplificó. En concreto, el relevamiento del espacio da cuenta que con el boleto a 1.200 pesos alcanzará para pagar apenas 226 pasajes en un mes, menos que la última medición de junio, cuando se llegaban a pagar 249 pasajes. Ambos números rompieron el piso de mayo de 2002, cuando el salario mínimo alcanzaba para comprar 267 pasajes, el guarismo más bajo del que se tenía registro. “Tenemos el boleto más caro desde que hay datos medibles en 1992. Ni siquiera en la crisis del 2001 se pudieron comprar tan pocos boletos como ahora”, evaluó.

Las críticas de Romero no solo apuntan al valor del pasaje, sino también al funcionamiento del sistema. Según el último informe del Observatorio Social del Transporte, donde se analizan las frecuencias de las distintas líneas, el sistema se encuentra “en un nivel de mera supervivencia” que no atrae a nuevos pasajeros ni recupera a aquellos usuarios que dejaron de utilizarlo “tanto por sus mediocres prestaciones como por los fuertes aumentos tarifarios aplicados durante el corriente año”. En ese sentido, señalaron que en el último año el aumento del boleto fue del 683% contra una inflación de 271% en el mismo lapso.

En el informe también se pone el foco sobre una noticia que viene siendo recurrente en los últimos meses: la quita de unidades en la calle por parte de la empresa Rosario Bus en horarios pico. “Lo que detectamos como llamativo es que dos unidades, que son la 126 roja y negra, tuvieron baches máximos en horarios picos. Estamos hablando de baches que, en los casos más graves, llegan a los 83 minutos. Lo cual es realmente un montonazo y denota que no hay la cantidad de servicios que anuncia la grilla horaria”, explicó Romero.

Por último, el concejal apuntó contra el Municipio por la falta de alternativas a la hora de pensar soluciones que eviten poner la carga sobre los usuarios. “La quita de subsidios es una decisión del gobierno nacional que afecta mucho a las provincias. Nosotros propusimos, junto a la bancada de Ciudad Futura, tocar distintas categorías del DReI a contribuyentes estratégicos, y destinar esos recursos al fondo compensador”, expresó y agregó: “El Municipio de Rosario no inició ninguna acción judicial contra Javier Milei por esta acción completamente arbitraria de eliminar el fondo compensador del interior”.

Explicaciones

Este martes, Biazzi aportó algunos detalles del aumento establecido por el Municipio. “La última vez que se había ajustado la tarifa había sido en el mes de junio, así que con los aumentos de costos, estamos ajustando moderadamente la tarifa para hacer frente a ese aumento de precios”, explicó en declaraciones a LT8. Al mismo tiempo, el dirigente recordó que pronto se incorporarán 70 nuevas unidades a la flota municipal a cargo de la empresa MOVI, que significarán una mejora en el servicio y las frecuencias. En total, 60 colectivos y 10 trolebuses nuevos.

Sobre el aumento, el secretario aseguró que desde el Municipio se viene trabajando en conjunto con los intendentes de otras ciudades del país, para que el gobierno nacional active “mecanismos de auxilio” a los sistemas de transporte público del interior. Los mandatarios, que este año coordinaron distintos reclamos conjuntos, vienen manifestando su enojo por la quita permanente de recursos por distintas vías, que luego no retornan ni en coparticipación, ni en subsidios, ni en obras públicas. También por las asimetrías que se generan con el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde el transporte sigue subsidiado.

 

“Ahora estamos trabajando con proyectos de ley en la Cámara de Diputados, donde pedimos en concreto que se distribuya lo que se recauda con el impuesto a los combustibles líquidos en todo el país”, relató Biazzi. “Queremos que parte de eso vaya a un fondo que se subsidie a la demanda, que es lo que esbozó el gobierno nacional en su momento. Que directamente los usuarios del transporte público que tengan la tarjeta SUBE con algún atributo social, tengan su tarifa bonificada”, finalizó.