A once minutos de despegar, explotó la primera bomba debajo del asiento de una niña de nueve años.
―We have an explosion aboard… ―informó el capitán―. We have fire on board!
Pérez Pérez logró controlar la nave que comenzaba a perder presión. Con un solo motor, la dirigió de vuelta al aeropuerto de Barbados, mientras la cabina se llenaba de humo. Los pasajeros, en pánico, no lo supieron, pero el capi