El hombre que amaba los platos voladores - 6 puntos 

Argentina, 2024 

Dirección: Diego Lerman 

Guion: Adrián Biniez y Diego Lerman 

Duración: 107 minutos 

Intérpretes: Leonardo Sbaraglia, Sergio Prina, Osmar Núñez, Mónica Ayos, Eva Bianco, Daniel Aráoz, Norman Briski. 

Estreno en salas.

Como si se tratara de un lúdico trabajo de memoria, El hombre que amaba los platos voladores, nuevo trabajo del cineasta argentino Diego Lerman, recupera la inolvidable figura de José de Zer. Para quienes hayan sido adultos durante la década de 1980, pero en especial para los que la atravesaron siendo jóvenes o adolescentes, este excéntrico periodista evoca recuerdos muy vívidos. Reportero televisivo especializado en espectáculos, De Zer se reconvirtió de un día para otro en cronista de “lo desconocido”, categoría amplísima que engloba las múltiples encarnaciones de lo paranormal.

Gracias a sus histriónicas notas sobre avistamientos OVNI, casas embrujadas, energías cósmicas y demás divagues, Nuevediario, el noticiero vespertino del Canal 9, se convirtió en líder del rating de la época, alcanzando niveles récord. Y de paso, cambió para siempre a la televisión argentina. Por supuesto, su éxito no hubiera sido posible sin el paraguas del zar Alejandro Romay, quien con el regreso de la democracia había recuperado la administración del canal, del que era dueño histórico. De forma muy libre, la película cuenta la historia del periodista basándose en sus imperdibles informes, muchos de ellos subidos a YouTube, pero también en la leyenda construida en torno al personaje.

Es cierto que la figura de De Zer fue demonizada durante años, acusándolo de ser uno de los responsables de empujar a la televisión argentina hacia el abismo de la televisión basura, donde los noteros son más importantes que la noticia y la farsa le tuerce el brazo a la verdad. De forma deliberada, Lerman evita subirse a ese pedestal y se guarda el dedito en el bolsillo. Lejos de hacer señalamientos bienpensantes, su película elige mirar el asunto con inocencia, aunque sin ocultar el carácter de puesta en escena que tenían los informes de De Zer. En ese sentido, El hombre que amaba los platos voladores es el retrato de un buscavidas entre chanta y soñador que supo leer como pocos el entrelíneas de una época.

No parece casual que Lerman haya decidido utilizar para la fotografía grandes angulares que deforman notoriamente las imágenes que registran. Como si en esa decisión no solo cupiera la voluntad de ampliar la capacidad de los planos, sino también la doble intención de jugar con la idea de artificio que definía la labor del periodista. Una decisión formal que disfrutarán más quienes decidan ver la película en pantalla grande. Por su parte, el encargado de interpretar al protagonista es Leonardo Sbaraglia, quien le imprime al personaje una intensidad similar a la de algunos otros de sus grandes trabajos, como El otro hermano (Adrián Caetano, 2017) o Errante corazón (Leonardo Brzezicki, 2021), ayudando a sostener el ritmo narrativo.