"Hay una historia muy antigua que se llama Sopa de Piedra, que cuenta la historia de un pueblo que vivía hambre. Llegó un viajero de otro lugar y les dice a sus habitantes que va a hacer una sopa con una piedra, y a partir de ahí todos empiezan a traer algo de sus casas, dandose cuenta que tienen cosas con qué hacer. Las historias guardan esperanza, siempre te hablan de que podés seguir adelante, de que a pesar de pasar una guerra o una tragedia o una hambruna, la semilla nació, la flor apareció, la primavera llegó. Es una potencia que tienen las historias de poder espejarnos a los seres humanos y recordarnos que formamos parte de una comunidad" sostiene Eva Pizarro, integrante del colectivo Abremundos, que junto a Cuentos en fuga es responsable de que durante tres días los relatos inunden con su voz las calles y el imaginario de la ciudad de Chascomús. De jueves a sábado, será la sede del festival "Narrar hoy", donde habitantes de la zona y alrededores podrán acercarse a escuchar la palabra de artistas nacionales e internacionales profesionales en el arte de la palabra, aprender de ellos a través de talleres (que se encuentran en su mayoría agotados), presenciar funciones en escuelas urbanas y rurales, y hasta oírlos en compañía de una orquesta.

Fundado Mariana Fernández hace más de veinte años Abremundos es según Eva, como un colectivo: "hay quienes suben y quienes bajan en diferentes paradas". Cuentos en fuga también es chascomunense, y la llevan adelante tres artistas de la misma ciudad: Andrea Aguirre, Pato Camino y Julieta Spina. Solo mujeres integran ambos colectivos. 

"La narración oral para mí primero es una fuente de trabajo. Pero también a nivel personal significa la posibilidad de seguir siendo una niña, de escuchar historias que me emocionan, me conmueven, me hacen reír, me hacen pensar", afirma Camino, que hace diez años trabaja está aprendiendo el oficio. La narración oral prioriza las historias de tradición ancestral o de tradición oral, historias previas a la escritura. Apócrifas en su mayoría, pertenecen a las culturas, o a los continentes, o se desterritorializan y pasan a formar parte de la historia del mundo. Relatos que no precisaron enteramente de la palabra escrita para ser recordadas, sino que fueron transmitidas de generación en generación por el acto de contar. El rol de quien narra es también, el que aprende para compartir. 

Aprender a contar

"El arte de narrar implica, por un lado, contar, pero también investigar, escribir, montar las historias, con todo lo que significa desde el arte escénico. Significa también humanamente conocer personas desde otro lugar, desde el lugar de los relatos que nos hemos ido construyendo en el tiempo. La narración oral ha significado para mí también la oportunidad de conocer no solo personas, también lugares, paisajes y realidades", sostiene Paty Mix, filósofa, narradora y actriz de Valparaíso que compartirá en el festival la disciplina que practica hace ya treinta años. 

La narración oral contemporánea que este grupo y muchos más alrededor del mundo practican es un arte y un oficio que solía circular en las comunidades del pasado como práctica espontánea. "Allí, el narrador tenía un lugar de privilegio, una función dentro de la comunidad. Los narradores contemporáneos nos hemos tenido que hacer ese lugar. Y desde una práctica que no nos fue heredada naturalmente, sino que nos fue llegando a través del aprendizaje y la experiencia en la práctica. Por lo tanto, cuando nos encontramos entre narradores, podemos conocernos, escucharnos, intercambiar saberes. Y a través de todo eso, poder también ir generando este cuerpo disciplinar de esta nueva arte escénica", concluye. 

Los colectivos Abremundos y Cuentos en fuga organizan el evento.

Además del lenguaje propio de la narración oral, las integrantes de los colectivos tienen de base el lenguaje artístico. Por eso, acompañan el relato de otras artes. "No pensamos la narración oral como algo puro sino como algo siempre en mezcla y en constante amalgama con otras áreas. Yo soy realizadora audiovisual, otra tiene una formación en música, otra en expresión corporal. Esos condimentos nos hacen ser una unidad colectiva bien diversa", afirma Eva.

Alejandro Bustos es artista visual y narrador, y combina ambas experiencias al contar historias. "Voy acompañado de dibujos y de otros elementos que utilizo para reforzar la narración y entrar en otros mundos. Desde muy pequeño siempre me cautivaron las historias, las narraciones orales de mi abuela, de mi padre, que eran grandes narradores naturales. Siempre esa sensación me acompañó hasta el día de hoy", afirma sobre aquello que lo inclinó a la disciplina. 

El festival

Cuatroscientos alumnos de escuelas secundarias de la zona podrán disfrutar de la gran apertura en el Teatro Municipal Brazzola, de la mano de Paty Mix, Juan Tapia, Alejandro Bustos y algunos de los participantes de Abremundos, este jueves a las 9hs. "Es importante poder habilitar las historias en los espacios de educación, en los espacios en donde hay una ida y vuelta del conocimiento", afirma Eva. 

Pero no será solamente un saber para los más chicos. Contar la historia es una actividad donde todos ganan. "Los narradores nos escuchamos también cuando estamos contando. Nos escuchamos antes de contar. Nos escuchamos después de contar. Nos sigue reverberando, nos sigue como un eco contándose la historia en nuestra propia imaginación, en nuestra mente. Mientras contamos y después que nos contamos, nos va hablando de nosotros mismos, de la historia que hemos tenido, de los lugares donde estamos y de la gente con que compartimos este oficio", afirma Paty Mix. 

La mayoría de los espectáculos y talleres son gratuitos. El festival contará con la presencia de más de 150 narradores orales de todo el país, que entraran en diálogo con los narradores locales. Se trata de la tercera edición del festival, cuyas primeras dos ediciones se organizaron a pulmón y de manera completamente autogestiva. Este año, se coronaron ganadores de Cocina de Festivales, un programa del Instituto Cultural que busca fortalecer la sostenibilidad de festivales en sus territorios. Además, cuentan con el apoyo de la Municipalidad de Chascomús.

Para algunos, como Juliana Iriart, formar parte de Narrar hoy es un orgullo, pero también una responsabilidad. No solo de brillar individualmente sino todo lo contrario, de ser parte de algo más grande que uno mismo. "Me da ganas de dar lo mejor de mí para que mi aporte a la narración oral, a esta cadena de voces que viene desde hace mucho y que quiero que siga muchísimo más, continúe. Lo tomo como una responsabilidad, me parece que la narración tiene esa responsabilidad de acción que ocurre en tanto se ejerce", afirma.

Los interesados en formar parte del mundo de las historias pueden participar registrándose en el siguiente link: linktr.ee/narrarhoy. Todos los talleres están agotados, pero las entradas a los espectáculos todavía pueden conseguirse a través de entradaweb.com, y en la boletería del Teatro Brazzola.