Argentina fue el escenario principal de un fenómeno astronómico que causó impacto en los amantes de los cielos. El miércoles por la tarde, cerca de las 16 horas, un eclipse solar anular comenzó a proyectarse en el cielo y desde varias regiones del país, en especial en las provincias del sur, se pudo ver el espectáculo conocido popularmente como "anillo de fuego". La Luna se interpuso en la ruta de la luz del Sol proyectando su sombra en la Tierra, pero como se encontraba lo suficientemente lejos en su órbita para no cubrir por completo el Sol, dejó visible un borde solar que creó un anillo luminoso.
El eclipse solar anular se pudo observar en forma parcial en gran parte de Sudamérica, como Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil y Uruguay. Pero en la región austral, en particular en Chile y Argentina, se vivió el fenómeno en su esplendor.
La provincia de Santa Cruz fue la platea privilegiada para observar el “anillo de fuego”. Cientos de curiosos y aficionados desafiaron el frío y el viento para ver en primera persona el fenómeno desde Puerto Deseado y Puerto San Julián donde se organizó un avistaje.
Con diferencia de pocos minutos según la localidad, comenzó alrededor de las cuatro de la tarde y duró cerca de dos horas, con su momento de apogeo a las 17.24 horas cuando se inició la anularidad, que duró 6 minutos y 20 segundos en el sector central de la franja del eclipse. En ese momento, el cielo no se oscureció por completo, como sí sucede en un eclipse total, cuando la Luna llega a tapar completamente al Sol.
Los aplausos y gritos de los espectadores presentes advirtieron que el espectáculo estaba tocando su punto máximo. La emoción del público acompañó toda la jornada y el fenómeno dejó imágenes impactantes.
Cómo fue en CABA
Mientras tanto, en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) más de mil personas de distintas edades se acercaron a la explanada del Planetario Galileo Galilei para poder presenciar el eclipse. El Planetario ofreció diversas actividades para disfrutar del evento, entre las cuales incluyó la presentación "El cielo del día del eclipse" dentro del domo, la observación del eclipse en la explanada, con transmisión en vivo en pantalla gigante y comentarios del equipo de divulgación sobre el fenómeno, y la intervención de la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires.
El momento culmine del eclipse llegó a CABA cerca de las 17.38, cuando la gente estalló en una ola de aplausos y vítores y sacaron sus celulares para capturar el momento a través de los anteojos protectores.
Qué saber sobre los eclipses
Para observar un eclipse de esta categoría es fundamental el uso de filtros adecuados, ya que mirar directamente al Sol puede causar daños oculares permanentes. De acuerdo con la Asociación Médica Estadounidense, tan solo unos segundos de exposición directa al sol pueden quemar la mácula ocular, un tejido sensible a la luz, parte de la retina, en el área posterior del ojo que permite a las personas leer y reconocer rostros.
Los eclipses solares se dividen en tres categorías, dependiendo de la porción que la Luna cubre del Sol. El eclipse Parcial ocurre cuando la Luna solo cubre una parte del Sol. Por otro lado, en el eclipse Anular, que fue el que se vió este miércoles, la Luna cubre gran parte del Sol, pero no su totalidad, por eso es que se vislumbra el famoso "anillo de fuego" que se hace visible por tan solo unos minutos. Por último, el eclipse solar Total sucede cuando la Luna cubre por completo el Sol y su vista queda totalmente bloqueada, solo queda a la vista la atmósfera exterior del Sol.
La observación de estos fenómenos astronómicos no solo mueve a aficionados del cielo, sino que son objeto de estudio para los astrónomos, ya que permiten investigar diversos aspectos del sistema Solar y la interacción entre sus cuerpos celestes.
Para el siguiente eclipse habrá que esperar recién hasta el año que viene. El 14 de marzo de 2025 habrá un eclipse lunar total que será visible en gran parte del mundo, incluida la Argentina. En tanto, el próximo eclipse anular será el 6 febrero 2027 y se podrá ver desde América del Sur, Antártida, oeste y el sur de África.