Javier Milei aceleró. Mientras que en la plaza de los Dos Congresos aún había gente desconcentrando tras la masiva movilización en apoyo a las universidades públicas, gratuitas y de calidad, el Presidente arrancó a puro retuit a los comentarios que intentaron minimizar a las fuerzas del aula y, también vía Twitter, la "Oficina del Presidente" -una cuenta oficial del Gobierno- anunció el inminente veto presidencial. En el comunicado definen a la Ley de Financiamiento Universitario como un "irresponsable proyecto de aumento de gasto público" que atenta contra el equilibrio fiscal.
La pelota, ahora, la tiene el Congreso. Porque a la espera del veto aguardan los proyectos de distintos bloques, entre ellos el peronista y el de la UCR para tratar en sesión el rechazo al veto presidencial. Ahí resta saber si Milei contará con "héroes" (o "ratas", como también los definió) que le permitar blindar su veto a la normativa que actualiza los salarios docentes.
El comunicado ofiicial
“La Oficina del Presidente informa que el Presidente Javier Milei vetará el irresponsable proyecto de aumento del gasto público de las Universidades Nacionales, aprobado por el Congreso, así como cualquier otro proyecto que no contemple una partida presupuestaria especifica y atente contra el equilibrio fiscal”, comienza la misiva, difundida la noche de este miércoles.
Y agrega: “Es momento de que los legisladores entiendan que ya no pueden hacer populismo demagógico con los recursos de quienes pagan los impuestos, y comiencen a actuar con la responsabilidad que demanda este momento histórico. El lugar adecuado para discutir el financiamiento de las universidades es el debate del Presupuesto Nacional 2025″.
Si bien fuentes de Casa Rosada habían adelantado que la ley que busca asegurar pisos mínimos de financiamiento de la educación pública superior correría la misma suerte que la ley de movilidad jubilatoria, lo cierto es que se esperaba que el oficialismo considerara el impacto de la marcha de este miércoles. Nada de eso ocurrió, sino más bien todo lo contrario. Es más, la manifestación fue masiva, similar a la primera marcha federal universitaria realizada en abril, pero en el Poder Ejecutivo rápidamente salieron a atribuirle motivaciones políticas, subrayando la participación de los dirigentes de la oposición.
“El Poder Ejecutivo celebra el sinceramiento de los dirigentes Cristina Kirchner, Sergio Massa, Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió, quienes han decidido unirse públicamente con el objetivo de obstruir el plan económico del Presidente. Esta convergencia deja de manifiesto la consolidación de un nuevo frente de izquierda populista en defensa de los privilegios de la dirigencia política”, agregó el propio comunicado de la Oficina del Presidente en X.
Y concluye: "Esta administración no cederá ante el espectáculo mediático, los proyectos de ley irresponsables, ni la manipulación de causas nobles con fines partidarios. El objetivo del Gobierno es claro: terminar con el modelo empobrecedor de los últimos 100 años y volver a hacer la Argentina grande otra vez".
En línea con ese mensaje, el presidente Javier Milei, en sus propias cuentas de redes sociales, replicó mensajes como “La universidad pública no está en peligro, lo que peligra es el botín que se reparten”. Es la idea que defiende el oficialismo desde antes de la marcha y que tuvo como respuesta minutos después de concluido el acto frente al Congreso.
La vicepresidenta Victoria Villarruel también hizo lo propio, y apuntó, fiel a su estilo, contra los referentes de los derechos humanos: publicó un posteo en el que exhibió los números del presupuesto recibido por la Universidad Nacional de Madres de Plaza de Mayo y los contrastó con la baja cifras de egresados que logró esa institución en 2023. “Siempre mi apoyo a la universidad pública y de calidad, pero sin los parásitos que hacen negocios con ella”, escribió la presidenta del Senado.