Un hecho tan insólito como inesperado sorprendió a los pasajeros y trabajadores del aeropuerto de Miyazaki, en el suroeste de Japón: en la tarde de este miércoles, estalló una bomba de la Segunda Guerra Mundial que estaba enterrada hace casi 80 años. La detonación, que no causó heridos y tampoco afectó a ningún avión, se produjo en la pista central de despegues y aterrizajes, y dejó un enorme cráter. Tras el incidente, las autoridades aeronáuticas locales cancelaron más de 80 vuelos.

Una investigación de las Fuerzas de Autodefensa y la Policía local confirmó que la explosión se debía a una bomba estadounidense de unos 226 kilos, y aclaró que no había más peligro. En tanto, la pesquisa continúa para intentar determinar qué fue lo que provocó tal detonación.

El momento de la explosión fue capturado por una cámara de una escuela de aviación cercana, y en las imágnes se puede ver los trozos de asfalto volando por el aire. En tanto, las emisoras televisivas japonesas mostraron, posteriormente, el cráter que quedó en la pista. Según los reportes, medía unos siete metros de diámetro y unos tres de profundidad. 

Tras el incidente, el secretario jefe del Gobierno, Yoshimasa Hayashi, informó que se habían cancelado más de 80 vuelos en el aeropuerto, y que esperaba reanudar las operaciones el jueves por la mañana.

El aeropuerto de Miyazaki se construyó en 1943 como aeródromo de instrucción de la Marina Imperial Japonesa. Desde allí despegaron algunos pilotos kamikazes para misiones de ataques suicidas. En la zona se encontraron otras veces varias bombas sin explotar arrojadas por el ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, según funcionarios del Ministerio de Defensa. 

Cada año, Japón revisa su país en busca de artefactos sin detonar y cada año encuentra nuevas bombas para detonar. La que estaba bajo la calle de rodaje pavimentada en el aeropuerto de Miyazaki fue una que se le escapó. Es difícil saber cuántas más están esperando para explotar.

Otros episodios similares 

En abril de este año, a pocos metros del estadio de Mainz 05, equipo que actúa en la Bundesliga, fue hallada una bomba de unos 500 kilogramos perteneciente al ejército de los Estados Unidos. El artefacto explosivo fue encontrado durante las obras de ampliación en una universidad cercana a la cancha, lo que motivó la necesidad de realizar un proceso de desactivación controlada.

La situación se produjo a metros del MEWA Arena, el estadio multiuso que utiliza el club Mainz, en Maguncia, que tiene una capacidad de 33.000 espectadores. Ante la posibilidad de una detonación, y para evitar heridos, se dispuso la evacuación de unos 4600 residentes de la zona, obligados a abandonar sus hogares hasta que el departamento de bomberos consiga desactivar la bomba.

El problema también es grave en Vietnam, donde Estados Unidos lanzó millones de municiones durante su guerra. Chuck Searcy, un veterano de Vietnam que vio a un niño patear un cohete sin detonar mientras visitaba el país décadas después, pasó la segunda mitad de su vida limpiándolas. Project Renew, el grupo que inició, ha detonado más de 815.000 municiones en el país. Aún quedan muchas más.