Tras la contundente jornada en defensa de la educación pública y el financiamiento a las universidades, rectores, estudiantes y sindicatos celebraron el carácter masivo y federal de la protesta. En un comunicado conjunto, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el Frente Sindical de Universidades Nacionales y la Federación Universitaria Argentina (FUA) también le exigieron al gobierno nacional que promulgue la ley y revise los recortes establecidos en el Presupuesto 2025. "Sin duda, una enorme emoción haber podido ver cómo el pueblo argentino a lo largo y a lo ancho de nuestro país nos sigue acompañando, sigue apoyando la universidad pública, sigue apoyando su propio futuro. Ojalá el Gobierno comprenda que hay que ponerse a trabajar en solucionar esta situación rápido", dijo a este diario el presidente del CIN, Victor Morriñigo.

Con las calles inundadas de manifestantes en todas las provincias, los miembros de la comunidad educativa agradecieron a la sociedad argentina “su extraordinaria movilización", rechazaron el plan de ajuste de Javier Milei y realizaron un repaso de la grave situación que atraviesa el mundo universitario. "Paritarias discontinuadas, unilaterales y sin voluntad de acuerdo profundizaron la pérdida del poder adquisitivo del salario. El profundo desfinanciamiento del sistema científico puso en jaque su desarrollo. Nunca aparecieron respuestas a más de cien obras de infraestructura paralizadas y los programas de asistencia a estudiantes se actualizaron tarde y mal, perjudicando a miles que lo necesitaban para continuar sus estudios", describieron.

Respecto a los reiterados ataques libertarios, indicaron que se trata de “una campaña injusta, planificada e intencional, que busca, sistemáticamente, desprestigiar lo que sucede en el ámbito científico y universitario para fundamentar la desjerarquización y el ahogo presupuestario”; y resaltaron que en todo este tiempo no hubo “vocación de diálogo". El conflicto entre las universidades y el Gobierno tuvo varios picos de tensión desde que asumió el gobierno libertario, pero uno de sus momentos más álgidos fue la masiva movilización del pasado 23 de abril, cuando se manifestaron cientos de miles de personas en todo el país para respaldar el reclamo de las casas de altos estudios.

Alfredo Alonso, rector de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), celebró la contundencia de la nueva marcha federal y subrayó que la sociedad le "volvió a decir al gobierno nacional que debe cambiar el rumbo, que debe entender que las universidades públicas son parte de la solución del país, son parte de nuestra identidad, y ayer, hoy y siempre están en el corazón de todos los argentinos". 

"Fue multitudinaria", sumó el rector de la Universidad Nacional de La Plata, Martin Armengol, y destacó que "confirma el tremendo apoyo que tiene la educación pública, como una de las instituciones responsables de la movilidad social". Antes de la jornada de protesta, el Ministerio de Capital Humano aseguró que propusieron muchas alternativas para desactivar la movilización y que justificaron el ajuste de Milei, aduciendo que se busca "lograr claridad en el manejo de los recursos del Estado". 

Para el rector de la Universidad Tecnológica Nacional, Ruben Soro, la estrategia de fondo del gobierno nacional “es desligarse de las responsabilidades como Nación". "Como lo hicieron con los niveles primarios y secundarios. Buscan lavarse las manos con respecto a la educación superior”, explicó. En ese sentido, recordó las denuncias de supuesto "adoctrinamiento" y la calificación a las universidades como "casta". “Es una mentira tras otra. No adoctrinamos. Produce un dolor muy profundo con todo el esfuerzo que se hace”, dijo.

Además, le contestó al secretario de Educación, Carlos Torrendell, quien afirmó que las universidades inventan alumnos para recibir más presupuesto, cuando en verdad el presupuesto no está vinculado al número de alumnos. "Es cuestión de apretar un botón y ver la cantidad de estudiantes, de docentes, de metros cuadrados de infraestructura”, respondió. En el mismo sentido, se expresó el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi: "Con todo respeto, eso es una cosa ridícula. Yo lo respeto como educador, pero es una cosa que dijo para evitar la marcha de hoy".

Como factor denominado, está el reclamo por la estrepitosa caída de los sueldos. "La situación hoy es más crítica que a comienzos de año, con un capítulo dramático en materia salarial. La pérdida de quienes trabajamos en las universidades públicas es de una gravedad inusitada; con un porcentaje enorme de docentes y no docentes percibiendo un salario por debajo de la línea de la pobreza, cuando no de la indigencia", remarcaron los rectores, estudiantes y sindicatos; y destacaron que mantener trabajadores y trabajadoras por debajo de esas líneas es inhumano.