Durante la marcha hubo todo tipo de carteles y pancartas, creativos, con humor, en las manos o colgados en una mochila, llevados por jóvenes y también por adultos mayores que de esa manera sumaron su voz. "No es un ajuste, es un atentado contra el mástil más alto donde ondea nuestra bandera frente al mundo", decía uno en manos de un jubilado. Debajo tenía un dibujo con la imagen de Javier Milei, un globito a modo de comic y la referencia tácita y burlona a los modos hiperbólicos del presidente.


Otro: "Los bastones nos vivieron jodiendo, pero los lápices siguen escribiendo". Otro más: "No recortes nuestro futuro". Y más: "Sean eternos los laureles y la educación pública", decía uno en manos de una jovencita que lo levantó como bandera bien alto. 

Sobre avenida de Mayo, entre el ir y venir de manifestantes, alguien tenía otro cartel y respondió a la profusión de mensajes que se habían sucedido durante el día una y otra vez en la tele. "Defender a la educación pública es político", decía con la palabra "político" subrayada. Y seguía: "Desfinanciarla también". Y: "Milei paparulo, metete el veto en el culo", lanzó un señor con un cartel también en Avenida de Mayo. 

"Cuando se nace pobre, estudiar es el acto de rebeldía contra el sistema. El saber rompe las cadenas de la esclavitud", mostraba una joven en papel madera. Del otro lado de la plaza un estudiante mostraba un cartón más irónico: "Estudio para no pedirle consejos a un perro muerto".

"Si ho no aprobamos calle, no podemos cursar Futuro. Son correlativas", hacía gala de experiencia universitaria otro cartel escrito sobre papel celeste