El juez Eduardo Sángari dictará hoy la sentencia en el juicio que se sigue contra el exjefe de personal de la empresa de colectivos El Cóndor, Félix Hugo Thames (66), acusado por múltiples delitos de violencia sexual en perjuicio de tres colectiveras. La fiscalia pidió 13 años de prisión efectiva mientras que la querella que representa a dos mujeres requirió 10.

La fiscala Penal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual (UDIS), Luján Sodero Calvet, pidió que Thames sea condeando a 13 años de prisión, consideró que se pudieron probar los delitos cometidos, argumentó citando la declaración de las denunciantes y se basó en los resultados de las pericias psicológicas realizadas a las mujeres que confirmaron la existencia del abuso. 

La querella ejercida por el equipo de abogadxs del Centro Comunitario de Asistencia Legal, Formación y Alfabetización Jurídica (ALFA) pidió 10 años de prisión por sus representadas que formalmente son dos, ya que la tercera no se presentó para ratificar el poder. 

"Nosotros señalamos la importancia de este caso porque no es solamente un caso de violencia de género sino que es un caso que se da en un contexto jerárquico donde hay una relación de asimetría de fuerzas y el lugar (donde se cometieron los delitos) tradicionalmente fue un lugar de trabajo de hombres", dijo a Salta/12 el abogado Álvaro Arias del centro ALFA. 

"Nombramos normativa de derechos humanos y la jurisprudencia vigente, entre ellos el fallo Rivero", dijo Arias. "Teniendo en cuenta la complejidad del caso, el fallo que se dicte no puede dejar de considerar las cuestiones discriminatorias contextuales que hay, propias de una cultura androcéntrica que predominaba en ese ámbito de trabajo, y por lo tanto no había ningún tipo de medida en la empresa que tuviera perspectiva de género y que pudiera asistir a posibles víctimas", sostuvo.

El querellante recordó que las denunciantes del entonces jefe de personal de El Cóndor son las mujeres que entraron a trabajar como colectiveras en las empresas de transporte público y urbano de pasajeros en Salta luego del histórico fallo Sisnero de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, dictado el 20 de mayo de 2014 y que reconoció la discriminación de género existente, ya que sólo se admitían  hombres para los puestos de choferes hasta ese momento.

"Por eso también recalcamos al juez en nuestros alegatos la oportunidad que tienen a través de este fallo, que va a ser relevante, porque puede marcar un camino con respecto a las víctimas de abuso sexual en contextos jerárquicos, que tradicionalmente han sido ocupados por hombres y al que ahora ingresan mujeres", manifestó Arias.

El abogado también resaltó que "en casos de violencia de género tiene que aplicarse el criterio de amplitud probatoria que implica valorar debidamente toda la prueba, especialmente la voz de la mujer porque son hechos que ocurren en la intimidad sin presencia de testigos". También mencionó los traumas que este tipo de delitos llegan a causar en las víctimas. 

"Espero que se haga justicia"

M., una de las denunciantes, habló con Salta/12. Tiene 30 años. Debido a los delitos que sufrió no ha podido volver a trabajar como colectivera porque no la volvieron a emplear, lo que implica un paso atrás respecto a la inclusión laboral y la equidad de género que pretendía lograr el fallo Sisnero de la CSJN.

"Lo que yo espero es que se haga justicia con una prisión efectiva y no domiciliaria como la tiene en estos momentos (el acusado). Yo creo en la justicia y sé que se va a hacer justicia por mí y por mis compañeras y por las chicas que no se animaron a denunciar por el hecho de que no podrían volver a trabajar en el transporte. Yo no volví a conseguir trabajo. Hoy están todas las puertas cerradas para mí en lo que es el transporte urbano de Salta Capital", manifestó M.

Relató que la violencia sexual cometida por Thames contra ella tuvo lugar luego de que ingresara a la empresa El Cóndor, en la cual había sido contratada por un lapso de seis meses entre 2021 y 2022.  

"Él era el jefe de personal en la empresa del 2, El Cóndor. Cuando llega mi denuncia, la empresa le dice que él no puede tener contacto con las mujeres. Cuando llega la denuncia de mis otras compañeras dijeron que lo hicieron renunciar (...) yo seguía trabajando porque denuncié en febrero y tenía contrato hasta abril", precisó.

"En el gremio Miguel Barrera me dio la espalda. En un momento realmente me sentí tan mal y tan humillada porque yo solamente fui a pedir ayuda y se terminaron riendo de mí, pero bueno, gracias a Dios hoy después de dos años y medio creo que a pesar del dolor y el intentar sanar todo este tiempo, me siento mucho más fortalecida y sé que hay un Dios que va a hacer justicia por todo esto", expresó la denunciante.

Contó que estuvo haciendo tratamiento psicológico, lo tuvo que interrumpir cuando la dejaron sin obra social,pero encontró finalmente asistencia en "un equipo de contención hacia la mujer" que recibe a víctimas de violencia de género y que funciona en el CIC de Constitución. "Los conocí a ellos y la verdad es que me contuvieron un montón (...) así empecé a salir adelante", sostuvo.

Las acusaciones

El exjefe de personal Félix Thames está imputado por dos hechos de abuso sexual con acceso carnal, en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante, en perjuicio de una conductora. También se lo acusa de abuso sexual gravemente ultrajante contra otra colectivera y abuso sexual simple en perjuicio de una tercera víctima.

Las denunciantes testificaron durante el juicio, ratificando las denuncias y describiendo los abusos sufridos por parte de su jefe en la empresa de colectivos donde trabajaban. Relataron además las amenazas que soportaron para conservar sus empleos, en un sector donde históricamente las mujeres han enfrentado barreras de acceso.

Una colectivera hizo la denuncia en 2022, contó que entró a trabajar en la empresa El Cóndor en 2015. Los primeros meses lo hizo en condición de contratada. Fue en ese lapso cuando el directivo comenzó a acosarla. La denunciante sostuvo que en dos oportunidades la accedió carnalmente ejerciendo violencia física y psicológica. Además, la sometió a tocamientos impúdicos en reiteradas ocasiones dentro de la empresa. El hombre le aseguraba que si no cumplía sus demandas se quedaría sin trabajo. 

La mujer relató que en enero de 2016 el acusado la citó fuera de su horario laboral, la trasladó en su vehículo y la sometió a abusos sexuales. Según su testimonio, esta conducta se prolongó durante tres años bajo amenazas de perder su empleo.

Otra víctima denunció un hecho ocurrido en enero de 2022, cuando fue atendida por el acusado en la empresa por un trámite laboral. Según su relato, el hombre la acosó y la amenazó con impedir que continuara trabajando si no accedía a sus demandas. La mujer afirmó que también la amenazaba con dejar sin empleo a su marido, quien también se desempeña como chofer de colectivo.

Mientras que otra colectivera declaró el 9 de febrero de 2022 que su superior la sometía a tocamientos, había intentado besarla en varias ocasiones y la amenazaba con dejarla sin trabajo.

Durante el juicio, declararon más de 50 testigos, y hubo un careo entre el acusado y una de las víctimas. La defensa de Thames es ejercida por los abogados Fernando Zabalgala y Esteban Nieva Haro, quienes pidieron la absolución.