El periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, brindó un emotivo mensaje en el inicio de su programa sobre la masiva marcha universitaria de este miércoles y destacó la importancia de la unión en las calles de miles y miles de personas son una condición necesaria para encontrar una salida a la “armada Brancaleone” de los hermanos Milei.

El editorial de Víctor Hugo Morales

Acabamos de escuchar el orgullo de un padre obrero que vio a su hijo recibirse en la facultad. Los ejemplos son miles. Es ver la vida de los hijos ser mejor que la nuestra. Es moverlos socialmente a un sitio donde puedan vivir con cierta seguridad. Solemos decirle “para que no te pase lo mismo que a mí”. Y no hay una vida mejor sin un toque de la universidad-

Es haber encontrado un sentido a los esfuerzos de un laburante modesto. "Yo le di a mis hijos educación, que es lo único que podía darles," dice el padre. "Es todo lo que pude darles, pero no es poca cosa, ¿eh?".

Lo que él realmente hizo fue trabajar para sostener la vida de su familia mientras sus hijos estudiaban. Iban y venían. Y él iba y venía del laburo. La educación se la dio el Estado, que era ese padre y los otros, las madres, y todos. El Estado.

La marcha fue maravillosa una vez más. Algunos pierden el tiempo calculando si fue más o menos multitudinaria que la vez anterior. Otros, más recelosos de este gobierno demencial, sospechan del apagón. ¿Marcha, veto y justo un apagón? Lo diremos como pregunta: ¿marcha, veto y apagón?

Pero el apagón más grave, la oscuridad más profunda, es la de caminar por la vida con estos personajes. La armada Brancaleone, ahora con el Guasón al frente, y el Capitán Frío, Adorni, Milei, su hermana, una novia, el perro Conan, el león de la Metro, y Viva la Libertad escrito en la frente de una calavera.

Fue una linda jornada de pueblo, no nos apartemos de eso, donde los espejos de la tarde soleada nos recordaron que, sin ese “todos”, nos quedamos demasiado solos para buscar la salida, para enfrentar a los carcamales empresarios del ajuste y a su che pibe de la Rosada.

Milei, encerrado mirando el eclipse, tapando el sol y la luna con la mano, mientras una oscuridad espacial amanecía en los hogares, en los semáforos, en los subtes, en los comercios. La metáfora inevitable de lo que viene después de cada decisión, como la del veto universitario.