La emblemática banda de rock británica Pink Floyd vendió a Sony sus derechos musicales, así como sobre su nombre y apariencia, por 400 millones de dólares. El acuerdo incluye a la música grabada, pero no sobre la composición de las canciones, así como los derechos sobre el merchandising y el cine. El icónico material gráfico del grupo, creado en su mayor parte por la empresa de diseño Hipgnosis que adornó álbumes como The Dark Side of the Moon, Wish You Were Here y Animals, también formaría parte del acuerdo. 

En una entrevista con Rolling Stone en agosto, David Gilmour fue preguntado sobre la venta del catálogo del grupo y dijo que "es algo que todavía está en discusión". Y agregó que no está interesado desde un punto de vista financiero, sino en “salir del baño de barro que ha sido durante bastante tiempo", y que quería "librarme de la toma de decisiones y de las discusiones que conlleva mantenerlo en marcha."

El acuerdo sigue los pasos de Bruce Springsteen y Bob Dylan, que han vendido su música a Sony en los últimos años. El medio especializado Variety describe el acuerdo como "uno de los mayores de los últimos años", que se produce en medio de amargas luchas internas entre los dos miembros clave del grupo, Gilmour y Roger Waters.