El físico e investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) Rodolfo Kempf advirtió sobre el plan del Gobierno nacional de desmantelamiento y privatización del desarrollo argentino de energía nuclear y denunció la afectación de distintas áreas y programas del sector. 

"Es desmantelar la historia de forjar soberanía tecnológica en el área nuclear, son más de 70 años de historia. Argentina fue vanguardia con la fundación de la CNEA en la década del '50 por parte de Juan Domingo Perón, los primeros reactores en el mundo también fueron en esa época y luego tuvo su primera central nuclear en lo que ahora se conoce como Atucha I o la Central Juan Domingo Perón", explicó Kempf en la 750

Según el especialista, el primer paso del Ejecutivo fue el avance en el cierre del programa del reactor Carem, un reactor de diseño nacional que ubicaba al país entre los líderes mundiales en esta tecnología. Días atrás, trabajadores —fundamentalmente despedidos de la UOCRA— cortaron la ruta 9 en Panamericana a la altura de Zárate para visibilizar el desmantelamiento que también alcanzó al personal del área. 

El reactor ya no figura asignación presupuestaria en el Presupuesto 2025, sólo se menciona bajo el eufemismo de "revisión de ingeniería", detalló Kempf. "Lo que hacen es cerrar el proyecto y los profesionales jóvenes que trabajan ahí están pensando en emigrar o redistribuirse en otras áreas", reveló en diálogo con Campana en la 750

Otro sector afectado es la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), radicada en Neuquén, la fábrica toma agua de un afluente del Río Limay para procesar el agua pesada, que es como agua liviana pero con un isótopo conocido como deuterio. Este elemento químico se utiliza en los reactores argentinos. 

Por otra parte, también cuestionó la privatización de IMPSA (Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A.I.C.), la empresa argentina radicada en Mendoza, crucial en el desarrollo del reactor CAREM. 

"Las áreas de desarrollo en innovaciones son lo que caracteriza a Argentina, no solamente para nuevas áreas, sino para resolver problemas en las centrales", caracterizó el investigador de CNEA y mencionó como ejemplo la exploción en la central Atucha I a fines de 2023. "Comprar la solución afuera costaba miles de dólares y acá se resolvió con inteligencia y capacidad de cuadros, tanto de la central nuclear como de la Comisión de Energía Atómica", destacó, por último, Kempf.